A 12 pesos el kilo de tomates en los supermercados, la diferencia con el precio que cobró el horticultor en agosto por ese mismo kilo es 329 por ciento menor ($2,80). En el caso de la miel, el apicultor cobra $8,30 por kilo que los consumidores comprarán a $32,50, con una brecha de 300%. Un ejemplo más (aunque un poco más complicado): el valor que percibe el productor de maíz que vende su cosecha con destino a la fabricación de polenta es de 1.060 % (cobraría un proporcional de 75 centavos por kilo que pasa por un proceso de molienda seca y se compra en los comercios $14,5 por kilo).