Fue la semana más negra desde el estallido de la crisis financiera de 2008 en los principales mercados internacionales, que ayer continuaron cayendo, impulsados por los temores a un default de Grecia, Portugal e Irlanda y a las crecientes dudas sobre la capacidad de Italia y España de pagar sus deudas.
Y, por primera vez en la historia, la calificación del crédito estadounidense fue degradada ayer por la agencia Standar & Poor’s, que le bajó la nota de “AAA” a “AA+”, citando la creciente deuda y el pesado déficit presupuestario como motivos.
S&P añadió “perspectiva negativa” a la nueva calificación, mientras que fuentes del gobierno involucradas en las negociaciones con la agencia criticaron su análisis, al que acusaron de tener fallas “profundas y fundamentales”.