El Gobierno dio ayer una señal sobre su enfoque de la política económica. Decretó una suba de casi 70% del boleto de colectivo para Capital Federal y Gran Buenos Aires, y de 12% de las tarifas aéreas con el objeto de, al menos, aminorar el alza de los subsidios, uno de los principales componentes del deterioro fiscal que se agudizó en el tercer trimestre, acumulando en los primeros nueves meses un déficit primario ajustado de $ 32.800 millones, de acuerdo a varios estudios privados.
PERFIL adelantó en su edición del domingo pasado que el Gobierno estudiaba quitar paulatinamente los subsidios a la energía y el transporte. Ayer comenzó a transitar ese camino que tiene como contracara la imposibilidad de bajar las expectativas inflacionarias, la reducción de la pauta salarial para las próximas paritarias y el golpe al bolsillo de 140 millones de pasajeros que en promedio transporta el servicio automotor metropolitano y los 730 mil que vuelan por el país.
En concreto, el boleto mínimo del servicio de colectivo aumentará desde el 1º de enero de $ 1,5 a $ 2,5 si se utiliza la tarjeta Sube. Para los que no la tienen, el costo será de $ 5. Para los viajes de más de 27 kilómetros, el boleto costará $ 4,5 con Sube y $ 9 sin la tarjeta.
Con esta alza, el Gobierno evitará gastar $ 1.800 millones el año que viene, estimó Milagros Gismondi, economista de Empiria Consultores. La especialista recalcó que eso no significa que los subsidios bajen. “Pueden aumentar por las alzas de costos”, explicó.
Esos $ 1.800 millones que evitará gastar el Estado el año que viene, representan una buena proporción de los $ 2.224 millones que se destinaron a subsidiar a los colectivos de la Ciudad de Buenos Aires en los primeros nueve meses de éste año, según el Ministerio del Interior y Transporte. Para la Provincia de Buenos Aires, se desembolsaron otros $ 5.671 millones, en el mismo periodo.
Algunas estimaciones del sector casi duplican las cuentas de Gismondi y las ubican en $ 3.000 millones
En total, el sector transporte, que además de colectivos incluye a trenes y aviones, embolsó $ 23.300 millones en subsidios entre enero y octubre.
La medida se anunció el mismo día en que el Indec informó que la cantidad de pasajeros transportados en el servicio metropolitano cayó 6,1% en los primeros 11 meses del año respecto de igual periodo de 2012, y bajó 2,6% si se compara noviembre con octubre de 2013.
Medidas. Desde la asunción de Jorge Capitanich como jefe de Gabinete y Axel Kicillof como ministro de Economía, sus resoluciones se enfocaron en subir impuestos para desincentivar la demanda de bienes importados para amortiguar el deterioro de las reservas. La resolución dada a conocer ayer podría ser la “prueba ácida” del verano, tal como la definía el economista Hernán Lacunza: si durante el período estival se avanza realmente con una readecuación de tarifas (gas, luz, colectivo,tren) que permita reducir los subsidios también se retraerán las necesidades de emisión para financiar al Tesoro.
La suba de colectivos es un poco más fuerte de lo esperado: el aumento de 66% del boleto mínimo es el mayor desde principios de 1991, en tiempos de una hiperinflación anual de cuatro dígitos.
El 2013 es el noveno consecutivo con una inflación de dos dígitos y el sexto con un alza de los precios minoristas superior al 20%. Y hay acuerdo en que éste año la caída del salario real no sólo abona la conflictividad social, sino que dificulta cualquier intento de equilibrar las cuentas fiscales y alinear la política monetaria a un objetivo de inflación decreciente. Y cuando el ajuste llegue a la energía las demandas salariales también se dispararán.