Desde el consultorio hasta las redes sociales, la alimentación es uno de los temas más importantes en la actualidad. Para aprender más sobre ella, Educación dialogó con la Bioquímica y Licenciada en Nutrición (UBA), Diana Papa Constantino (en Instagram @dianapapaconstantino), quien actualmente atiende todo tipo de patologías alimentarias y coordina un grupo de obesidad.
- ¿Considerás que hay una falencia en la educación alimentaria?
Sí. La última Encuesta de Factores de Riesgo realizada en el país en 2018 reveló que el 61,6% de la población tiene sobrepeso u obesidad y que el 65% mantiene una baja actividad física. Estos valores están en aumento. La educación alimentaria es una herramienta muy útil para la prevención. Es necesario implementar políticas públicas y diseñar estrategias más efectivas para, al menos, poder detener la epidemia de obesidad, especialmente focalizarse en la obesidad infantil, que se transformará en un grave problema de salud pública.
- ¿Por qué cuesta tanto mantener el peso ideal, reducir el exceso de calorías de nuestra dieta y llevar una vida más activa?
Nuestro peso corporal es el resultado de cómo vivimos, esto implica la combinación de cómo, cuándo y cuánto comemos, qué tipo de comida elegimos, cuánto nos movemos, cómo dormimos, el nivel de stress y si usamos la comida para manejar nuestras emociones. En general, las personas cuando buscan bajar de peso realizan cambios en su estilo de vida, por ejemplo, eligen mejor sus alimentos, salen a caminar, etc. Si esa persona logró concientizar los beneficios de tener un peso saludable, podrá mantener los cambios en el estilo de vida que lo propiciaron. En muchos casos, comer es una forma de descargar angustias y ansiedad, y acompañar el proceso con terapia psicológica puede facilitarlo. Comer es un placer, sería bueno disfrutar también del placer de sentirse cómodo con el propio cuerpo.
- ¿Cuál es la mejor forma de llegar a un peso saludable?
Es importante que todos, los profesionales de la salud y la población en general, comprendamos que la solución no está en dietas, dejar de comer, agregar polvos mágicos, tomar batidos adelgazantes, evitar las harinas o dejar de comer carne. La solución está en aprender a comer, es decir, comer sin restricciones e incluyendo a todos los alimentos en forma equilibrada. En aprender a manejar las emociones y el stress y a vivir en forma saludable siempre. Hay que tener cuidado con los mensajes de “pseudo profesionales” que opinan y aconsejan sobre nutrición.
- Existe una tendencia a que profesionales divulguen su conocimiento por redes sociales. ¿Considerás que es una herramienta útil? ¿Cuál es tu experiencia en ese sentido?
Las redes sociales son una excelente herramienta de divulgación en estos días. Las utilizo porque mantener el contacto con mis pacientes y seguidores me permite estimular la incorporación de hábitos de vida saludables. Busco desmitificar la idea de que comer sano es comer aburrido. Publico beneficios de los alimentos y recetas variadas, ricas, bien sencillas y fáciles de hacer.
- ¿Cuáles son los desafíos de Argentina en materia alimentaria?
El gran desafío es lograr la concientización del vínculo entre la alimentación y la salud para evitar la gran contradicción que existe hoy en día: obesos malnutridos. La mala alimentación y el sedentarismo generan acumulación de grasa corporal (sobrepeso y obesidad) con déficit de nutrientes