EDUCACIóN
Educación y medioambiente

La escuela sustentable

Ubicada a 30 minutos de la ciudad de Mar del Plata, en el Municipio de Mar Chiquita, provincia de Buenos Aires, se encuentra la Escuela N° 12, la primera institución educativa pública sustentable de Argentina y la segunda de Latinoamérica. Tras un año de su construcción, la escuela cuenta con una población de 80 estudiantes de nivel primario organizados en plurigrados, que cada día asumen el desafío de aprender bajo la premisa del cuidado del medioambiente, el uso racional de los recursos y la sustentabilidad de las relaciones humanas.

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Al sureste de la provincia de Buenos Aires, rodeada de mar, albufera, playas de arena y dunas, se alza la Escuela Primaria N° 12 de Mar Chiquita. Ubicada a 30 minutos de la ciudad de Mar del Plata y recorrida por las rutas nacionales N°2 y 11, el establecimiento educativo está ubicado en uno de los municipios con mayor biodiversidad de la Argentina. Ese marco que reúne características únicas, se convirtió en el escenario ideal para la creación de la primera escuela pública sustentable de nuestro país.

Construida entre febrero y abril de 2018 con la colaboraron de más de 200 personas de distintos puntos del país y del mundo, la Escuela N°12 de Mar Chiquita hoy cuenta con una población de 80 estudiantes de nivel primario que cada día asumen el desafío de aprender bajo la premisa del cuidado del medioambiente.

Alojada en un Municipio de 23 mil habitantes, la escuela se convirtió en la única institución educativa del país que funciona en un edificio íntegramente sustentable construido con el método de Michael Reynolds, el estadounidense ícono de la construcción ecológica.

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 Alojada en un Municipio de 23 mil habitantes, la escuela se convirtió en la única institución educativa del país que funciona en un edificio íntegramente sustentable construido con el método de Michael Reynolds, el estadounidense ícono de la construcción ecológica que se popularizó luego de “Garbage Warrior” (El Guerrero de la basura), un documental que narra su historia en el desierto de Taos, Nuevo México, cuando emprendió un proyecto experimental: construir viviendas sustentables integradas a su entorno, que se autoabastecen de alimentos, recuperan agua de lluvia y producen su propia energía.

Tal como establece el método de Reynolds, la escuela de Mar Chiquita es completamente autosuficiente y se basa en siete principios de sustentabilidad: recoge y acumula hasta 30 mil litros de agua de lluvia, trata las aguas por sí misma después de reutilizarlas cuatro veces, produce energía eléctrica a través de sus 18 paneles fotovoltáicos, se calefacciona y refrigera aprovechando los procesos de la naturaleza manteniéndose entre los 18° y 25°C todo el año, incorpora en sus muros unas 10 toneladas de materiales de reciclaje (neumáticos, botellas, latas y cartón), produce alimentos orgánicos en su invernadero y huertas, y se construye, mantiene y potencia en base a la colaboración.

 

Soñar una escuela

El nuevo establecimiento de Mar Chiquita es parte del programa Una Escuela Sustentable, una iniciativa de la ONG uruguaya Tagma que busca construir una red de escuelas públicas autosuficientes en América Latina, con el fin de generar un impacto en los niños, en la comunidad que la rodea y en la sociedad en su conjunto.

Para esto, trabaja en el ámbito educativo y comunitario para favorecer un cambio cultural que impulse la protección del medioambiente, el uso racional de los recursos, la mitigación del cambio climático y la sustentabilidad de las relaciones humanas.

“Creemos que el mundo necesita nuevos modelos de pensamiento y articulación social, económica y productiva”, expresa el Manifiesto de Una Escuela Sustentable. “La transformación sustentable de nuestro planeta comienza en los vínculos humanos, trabajando con curiosidad, creatividad, compromiso, conciencia y esperanza. La red Una Escuela Sustentable Latinoamérica propone acción y compromiso colectivo para que nuestras vidas se desarrollen en función de la preservación y regeneración del planeta”, establece.

El programa, así, articula la participación de diversos actores del sector público y privado, la sociedad civil, el ámbito académico y la comunidad local, con el propósito de construir y habitar el mundo de formas más sostenibles, en una lógica de intercambio con la naturaleza que se traduce en mejor calidad de vida.

La organización Tagma fue la que promovió el arribo de la empresa del reconocido arquitecto Michael Reynolds, Earthship Biotecture. Ambas entidades se asociaron y construyeron en 2016 la primera escuela sustentable de Latinoamérica en el balneario uruguayo de Jaureguiberry.

El trabajo incluyó un fuerte componente educativo y comunitario durante todo 2015 y 2016, que involucró a más de 400 personas de todo el mundo, y contó con un fuerte compromiso de autoridades públicas, instituciones del Estado y empresas colaboradoras.

El proyecto ganó el premio Latinoamérica Verde 2017 en la categoría Gestión Urbana, elegido entre más de 2.400 iniciativas de todo el continente. Además, ganó el premio a la Innovación en la categoría Impacto Social de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación de Uruguay, y fue reconocido por la Organización Mundial para la Educación Preescolar por el trabajo en Educación para la Sustentabilidad.

 

La experiencia local

Con el objetivo de convertirse en el primer Municipio sustentable de Argentina, Mar Chiquita recibió en 2017 el proyecto Una Escuela Sustentable. Dada sus características, Mar Chiquita reúne los puntos clave para desarrollar el proyecto. Allí puede encontrarse mar, playas de arena, dunas vivas, dunas vegetadas, praderas húmedas, pastizales halófilos, albufera, marismas, bañados salobres, bañados de agua dulce, arroyos, pastizales pampeanos, talares y lagunas de agua dulce.

La albufera es una laguna que se caracteriza por estar comunicada con el Océano Atlántico y es la única de su tipo en Argentina. Fue declarada de uso múltiple, reservorio de vida silvestre y reserva mundial de la Biosfera UNESCO en 1996. Dada la importancia y magnitud de este sistema, fue también designado como Sitio Ramsar y AICA (Áreas Importantes para la Conservación de las Aves) por Aves Argentinas y BirdLife International (Important Bird Areas, IBAs).

En ese escenario, la nueva escuela sustentable se convirtió en símbolo de conservación de este ecosistema único en el país. El proyecto atravesó diversas etapas, en la que se incluyó un fuerte trabajo con la comunidad y los alumnos. En 2017 se inició el sueño a partir de la creación de talleres e intervenciones preparativas con el equipo escolar y los alumnos. Existieron, a su vez, presentaciones y encuentros con la comunidad local, la academia y las familias del establecimiento, con el fin de preparar a los distintos actores para la llegada del nuevo edificio escolar.

En el año 2018 comenzó la etapa de construcción de la escuela sustentable, donde se involucró en diversas actividades integradas a los niños, al equipo escolar, a los estudiantes de la Academia Earthship y a la comunidad de Mar Chiquita. Luego, se capacitó al equipo docente y se generó un manual de uso del edificio que permite realizar un correcto mantenimiento del mismo.

Finalmente, en 2019 se inició un nuevo año escolar en Mar Chiquita y los alumnos pudieron asistir por primera vez a la única escuela sustentable de Argentina. El turno de la mañana comenzó con alumnos repartidos en tres pluriaños: primero y segundo, tercero y cuarto, y quinto y sexto. Se abrió, además, el turno de la tarde con un gran pluriaño.

La Escuela N° 12 de Mar Chiquita es un edificio de unos 300 metros cuadrados, que se constituye como un espacio de aprendizaje y experimentación sobre los principios de sustentabilidad con los que se construyó el edificio. Fuera del horario escolar, la escuela se convierte, a su vez, en un centro que refuerza los lazos comunitarios entorno a la educación y la protección del planeta.

Para el trabajo educativo y comunitario, el proyecto Una Escuela Sustentable encontró un socio fundamental, Amartya, una organización que trabaja actualmente en el lugar en relación con las autoridades locales, desarrollando el PLANMAR (Plan Mar Chiquita), iniciativa que busca promover un modelo de desarrollo local sustentable de cara al 2020.

El Municipio cuenta con 66 establecimientos educativos y un total de 7 mil estudiantes, que ya tienen como centro de referencia en sustentabilidad a la Escuela N°12, donde desarrollan diversos talleres. Las autoridades locales trabajan junto con Amartya para que todas estas escuelas cuenten con educación en sustentabilidad, hecho que convertiría a Mar Chiquita en el primer Municipio del país en alcanzar este objetivo. Y en este camino, la nueva escuela sustentable será, sin duda, el corazón de un proceso que ya está en marcha.


Principios de sustentabilidad de la Escuela N°12

- Utilizaron materiales reciclados para la construcción: 2.200 neumáticos, 14.000 latas, 5.000 botellas y 2.000 m2 de cartón.

- Realizan el tratamiento de aguas grises y negras a través de un sistema de saneamiento natural e independiente.

- Realizaron el acondicionamiento térmico que provoca una temperatura estable entre 18 y 25°C todo el año sin uso de fuentes de energía fósiles.

- Construyen la sustentabilidad a partir de relaciones humanas responsables, diversas y respetuosas entre pares.

- Aplican energías renovables: 4.6kw hora de generación a través de un sistema fotovoltaico.

- Recolectan y potabilizan el agua de lluvia: tienen 30.000 litros de capacidad de almacenamiento y 4 procesos de filtrado y potabilización del agua.

- Producen alimentos orgánicos a través del invernadero interior y la huerta exterior.