Nuevos caminos, el mismo destino

Un país con la extensión territorial de la Argentina y la diversidad de su sistema universitario, que está presente en cada rincón de nuestro suelo, cuenta con la particularidad de un fenómeno silencioso que crece día a día: la movilidad de estudiantes entre las distintas provincias. Muchas veces se ha escuchado hablar del reconocimiento de estudios a nivel internacional, pero se desconocen las diversas historias de jóvenes argentinos que se valen de las nuevas herramientas administrativas para cambiar sus lugares de residencia sin mayores inconvenientes para sus carreras universitarias.

Es el caso de Martina Rodríguez Lalli, que aunque nunca tuvo en sus planes hacer una movilidad estudiantil, terminó realizándola. Mucho menos imaginó trasladarse a la ciudad donde nació y la vio crecer. Fue la grave enfermedad de su mamá la que la llevó a volver a su ciudad de origen, Mar del Plata, y una publicación en redes sociales la que le dio una buena noticia en medio del dolor: la existencia de un sistema de reconocimiento académico entre las universidades que le permitiría seguir cursando su carrera a través de la movilidad estudiantil.

“Estaba en el 5° y último año de Ingeniería Ambiental en la Universidad Nacional del Litoral y mi mayor objetivo a corto plazo era recibirme, pero la enfermedad de mi mamá me cambió el rumbo y en abril del año pasado regresé a la casa de mi familia. A Santa Fe no podía volver, por eso cuando me enteré de este programa y quedé seleccionada me puse muy feliz. Me permitió adelantar un cuatrimestre en un año que pensé no podría hacer nada”, cuenta, luego de transitar su experiencia en la Universidad Fasta.

Este programa de movilidades del que participó Martina fue una prueba piloto realizada el año pasado en el marco del Sistema Nacional de Reconocimiento Académico, una iniciativa de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología (MECCyT) que promueve acuerdos voluntarios entre universidades públicas y privadas de todo el país para el reconocimiento de sus trayectos formativos. Esto permite a los estudiantes de las instituciones adheridas cursar materias, ciclos o prácticas en otra carrera de la misma familia, o inclusive en otra universidad. De este modo, los alumnos pueden aprovechar todo el abanico de posibilidades que brinda el sistema universitario nacional, independientemente de su universidad de origen.

De esta primera experiencia participaron otros siete estudiantes de Ingenierías, Arquitectura, Diseño e Informáticas, las primeras carreras en firmar los acuerdos. Luego de la prueba piloto, la SPU lanzó en enero una nueva convocatoria de movilidades, de la que participaron 75 estudiantes y 35 universidades (24 instituciones que enviaron sus alumnos y 26 que los recibieron).

Daniel Reta es otro de los precursores. Nació en Posadas y estudia Diseño Gráfico en la Universidad Nacional de Misiones. Para cursar este semestre eligió la Universidad Nacional de Cuyo y no fue por azar: “Hace muchos años quise venir a estudiar a Mendoza porque tengo gran parte de la familia de mi papá acá, y la última vez que los vi fue cuando tenía 4 años. Por eso, cuando me enteré de las movilidades y la posibilidad de cursar en la Universidad Nacional de Cuyo ni lo dudé, y acá estoy empezando el año”. Así, sin saberlo, Daniel se convertiría en el primer intercambio que realiza esta universidad.

“Participar de esta experiencia tiene una gran significancia, no sólo me permite conocer otra cultura sino también intercambiar con otros docentes y alumnos. Por ejemplo, me impactó que la Universidad Nacional de Cuyo, al estar concentrada en un mismo campus, tiene muy incorporada la cuestión de la integración. Por otro lado, en la Universidad Nacional de Misiones acostumbramos a hacer trabajos de impacto en territorio con artesanos y sectores vulnerables, iniciativa que queremos incorporar acá. Son todas experiencias de intercambio muy enriquecedoras que me quiero llevar”.

Aprovechar la diversidad de la oferta.  Agustina Peretti, Coordinadora General del Programa de Calidad Universitaria de la SPU, asegura que el Sistema Nacional de Reconocimiento Académico “no sólo apunta al fortalecimiento del sistema universitario y al logro de una mayor integración y articulación en materia académica, sino a que la diversidad de la oferta sea aprovechada por cada vez más estudiantes”.

Por ello, se lanzará una nueva edición del programa de movilidades en el mes de junio. Esta vez, abierto a estudiantes de otras carreras que firmaron los acuerdos de reconocimiento de sus trayectos formativos: Además de Ingenierías, Informáticas, Arquitecturas y Diseños, se sumarán Ingeniería Agronómica, en Recursos Naturales, Forestal, Zootecnista y Veterinaria, Medicina Veterinaria, Licenciatura en Química, Farmacia, Bioquímica y Biología, Medicina y Odontología de las instituciones universitarias integrantes del sistema.