“Estamos muy confiados”. El jefe de gabinete bonaerense, y armador de la campaña, Federico Salvai sonrió levemente cuando fue consultado por el resultado electoral en la Provincia. Esa luz de esperanza se intentó reflejar en una pequeña conferencia de prensa junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña, el vicejefe porteño Diego Santilli y el “lilito” Maximiliano Ferraro.
Sin embargo, en el bunker de Cambiemos en Costa Salguero el optimismo se mezcla con el escepticismo: pasado el mediodía los datos que llegaban a los funcionarios nacionales y bonaerenses mostraban una tendencia de dos puntos y un poco más para Esteban Bullrich sobre Cristina Kirchner. De manera paralela, desde el kirchnerismo también llegaban datos que mostraban a la ex presidenta con un margen amplio de triunfo.
Números aparte, el presidente Mauricio Macri, tras almorzar con Elisa Carrió en Los Abrojos, la quinta familiar, pasó por Olivos y se espera que llegue al búnker pasadas las 21 horas. Mientras tanto, entre milanesas, un grupo de funcionarios encabezados por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el secretario General, Fernando de Andreis, y el equipo de comunicación intercambiaban datos en Olivos.
En particular, estaban atentos al nivel de participación en la Provincia, un dato clave que podría colaborar para inclinar la balanza.
Por estas horas en Cambiemos se muestran confiados en dos distritos: Capital Federal, donde Elisa Carrió se encamina a superar los 40 puntos y alcanzar el mayor porcentaje en una PASO legislativa porteña, y en Córdoba.
Mientras tanto, en el bunker de Costa Salguero, entre las medialunas de jamón y queso y las gaseosas, la música de rock nacional suena mientras muy lentamente se va llenando el pabellón para los militantes de Cambiemos. Un dato poco alentador para las cábalas que suele tener el macrismo: se trata de la vez número 13 que el espacio que líder el presidente utiliza las instalaciones.
“Hay un afecto mutuo entre el presidente y los cordobeses”, sonrió Peña cuando fue consultado al respecto.