Con agenda cargada, Vidal se hizo tiempo para su primer tattoo

Los días agitados para la gobernadora María Eugenia Vidal no terminaron, pese al triunfo electoral. Además de meterse de lleno en la pelea por el Fondo del Conurbano, se prepara para intentar que se apruebe el Presupuesto 2018 la semana que viene y está terminando los últimos detalles para su viaje a China, a comienzos de diciembre. En el primer caso, su jefe de Gabinete, Federico Salvai, junto al diputado Manuel Mosca, trabajan con el PJ y con los intendentes. Ya habría acuerdo con un golpeado Sergio Massa y con los caciques municipales. En el segundo, a instancias del secretario general Fabián Perechodnik, Vidal volará unas treinta horas para...... tratar de conseguir financiamiento para obras públicas. Tendrá unos 1.000 millones de dólares disponibles extra para endeudarse. Sin embargo, le quedó algo de tiempo para ir con sus dos hijas mayores, Camila, de 16, y María José (quien cumplirá 15 años) a realizarse un tatuaje. Sí, el primero para la gobernadora. Se trata de un corazón con un infinito adentro, un símbolo para la familia, como también lo tiene su segunda primogénita. ¿Lo exhibirá públicamente?

Diputado modelo
Sabe cuál es su mejor perfil, aporta ideas para que sus fotos luzcan más, conoce qué pose lo favorece, tiene una oficina con paredes amarillas y decoración cuidada. La descripción no sorprendería si el personaje fuera un modelo, pero es la impresión que causó el diputado Facundo Moyano a los testigos de una nota que publicará una revista que se ocupa de la actividad parlamentaria. Acostumbrados a interactuar con los miembros de ambas Cámaras legislativas, por lo general más conservadores y circunspectos, marcaban los contrastes con los congresistas de trajes grises clásicos y despachos tradicionales. Nadie se animó a sugerir que sea por el “efecto Nicole Neumann”, pero no faltan vecinos de bancada que aseguran que el look de Moyano y su lugar privado de trabajo se destacan más que sus participaciones en el recinto.

Escasez de ejercicio
Atareado por el fin del año, que lo tiene entre la reforma laboral, la impositiva y la fiscal, uno de los vicejefes de Gabinete, Mario Quintana, pasea en estos días por...... el primer piso de la Casa Rosada preocupado. Pero no por la relación con sindicalistas o gobernadores sino porque, a pesar de las recomendaciones del presidente Mauricio Macri, no está pudiendo realizar la rutina de ejercicios que lo mantienen en forma. A pesar de sus incursiones esporádicas por el gimnasio ubicado en un shopping, donde pasa casi una hora en la bicicleta con sus auriculares, no le sobra el tiempo para seguir con una performance más exigente.

Santo Faltazo
El sábado 4 llamó la atención una ausencia en el almuerzo organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores para agasajar al “canciller” papal, Paul Richard Gallagher. El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, pegó el faltazo a pesar de haber sido invitado a compartir el evento, del que participaron también los ministros Jorge Faurie, Jorge Triaca y Carolina Stanley. El martes 7, Poli renunció a la conducción de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) para dejar lugar al nuevo presidente, el obispo de San Isidro, Oscar Ojea, muy cercano al papa Francisco e hincha de San Lorenzo como él. La ausencia de Poli en el agasajo que se realizó en el Palacio San Martín despertó comentarios, y varios comensales anticiparon entonces el “renunciamiento” que se confirmaría tres días después. Muchos creen que la decisión fue “inspirada” por Francisco y “supervisada” por Gallagher. Los “polistas”, sin embargo, cuestionan estas teorías y sostienen que el discreto arzobispo porteño nunca quiso acceder a la presidencia de la CEA.