Pronostico cauto de 2017 en almuerzo empresario esteño. Para varios de los casi cuarenta invitados fue la oportunidad de cruzar por primera vez el puente circular que Eduardo Costantini financió en Rocha como parte casi fundamental para potenciar aún más su emprendimiento inmobiliario en esa zona. Sólo uno de ellos aterrizó –literalmente– en la propiedad de Santiago Soldati a bordo de su helicóptero, y no fue el empresario de la automotriz italoargentina que hoy cierra el verano esteño con su fiesta. El resto llegó desde La Barra o la península a horario para compartir un almuerzo extenso, que siempre termina inevitablemente convirtiéndose en una tertulia política. Y a apenas un año de la nueva gestión, o a “dos semestres” –como ironizó un comensal, que sostuvo que fue Alfonso Prat-Gay el responsable de que se mida de esa manera sobre todo la performance económica macrista–, la mayoría de los que atisbaron pronósticos fueron cautos. Los motivos de esa mirada que distó de la los pronósticos efusivos de enero de 2016 fueron varios y, en algunos casos, obvios. En su mayoría, tienen contactos directos con uno o varios integrantes del gabinete –o incluso con Macri– por amistad o por su quehacer empresario y, por ello, ninguno se vanaglorió de tener información reservada. Los análisis o comentarios que se mencionaron en las charlas se basaron en publicaciones de los medios, lo que no generó rispideces innecesarias después de tan plácida reunión. Entre los invitados estuvieron Vicente Massot, Alejandro Bulgheroni, Jorge Aufiero, Jorge Pereyra de Olazábal, Fernando Parrado, Jorge y Germán Neuss, y Jorge Telerman, que fue el único político invitado dada la relación generada con Eva Soldati, quien preside la Asociación de Amigos del Teatro San Martín.
Fiestas “clandestinas” Dos fiestas fueron de las más comentadas de este breve verano esteño. Una sucedió en fin de año en Punta Ballena y tuvo como anfitrión a un integrante de una agencia de publicidad argentina. El interés que generó incluso hizo que los integrantes de la Little Italy esteña –Giuseppe Cipriani y los italianos que tienen casas en las chacras de La Barra– buscaran estar en el listado. La otra fue hace unos días en Rincón del Indio y los organizadores pagaron US$ 100 mil por el uso de la mansión para la fiesta, que también tuvo un estricto listado de acceso e incluso, para los invitados que no hubieran respetado el dress code, había vestimenta a préstamo disponible.
Fin de las vacaciones. Gabriela Michetti regresó de vacaciones, compartió reunión con Macri y las dos nuevas incorporaciones gubernamentales –Dujovne y Caputo– y publicó el balance de su primer año de gestión en su cargo en detalladas cincuenta páginas. Pero para muy pocos relató cómo se sintió aprendiendo a pescar en los lagos del Sur teniendo de instructores a dos avezados guías de turismo bajo la atenta mirada de su pareja.
Sushi y familia. Es fanático de Boca a punto tal que vive relativamente cerca del estadio xeneize. Sin la alta exposición que tuvo cuando imputó a Cristina Kirchner por la denuncia de Alberto Nisman, al fiscal Gerardo Pollicita –con vestimenta runner y en familia–, se lo vio cenando muy relajado en conocido restaurante de sushi de la calle Aristóbulo del Valle, en pleno corazón de Barracas.
Reencuentro. En Happening de Puerto Madero, relajados pero compartieron efusiva charla y almuerzo Gastón Remy, el CEO de Dow –y ejecutivo que atravesó un premiado 2016– con Pepe Sánchez, uno de los basquebolistas integrantes de la selección dorada. Remy es neuquino pero vivió en Bahía Blanca de donde sí es oriundo Sánchez. Pero el vínculo entre ambos es otro, el ex deportista dirige el proyecto de Bahía Basket, que la mencionada compañía hace tiempo respalda