Prat-Gay, el hombre que se suma para suceder a Malcorra
Los desafíos inmediatos a resolver –y a contentar– tienen prioridad en la agenda del presente gobierno. Pero la semana pasada, entre algunos integrantes del propio gabinete o de sus adlátares, comenzaron a hablar fuera de esa gran y heterogénea mesa que preside Mauricio Macri de quién sucederá a Susana Malcorra en caso de que finalmente logre los votos para suceder a Ban Ki-moon en las Naciones Unidas. Según en cuál café, salón o escritorio se ubique el interlocutor, se llevará un nombre y un justificativo de por qué sí o por qué no los nombres que estuvieron en danza estos días. Pero nada como una populosa reunión en una embajada donde, planteada esa incógnita, se logren comentarios y análisis para incluir en guiones de Games of Thrones, House of Cards o Los Borgia, haciendo honor, en este caso, a que fue Teresa Castaldo, la efusiva y a la vez cálida embajadora de Italia en Argentina, quien abrió su residencia. Una de las pocas diplomáticas que, con su estilo, da su parecer cuando se encuentra con un periodista que a su entender no supo captar determinado tema que atañe a su país o a la relación de éste con la Argentina. Y fue en el marco de la recepción que ella ofreció por la visita de una delegación de empresarios que encabezó Iván Scalfarotto, viceministro de Desarrollo Económico de Italia, donde se confirmó que Alfonso Prat-Gay es otro de los que creen que el traje de canciller le quedaría perfecto. En caso de lograrlo, habrá esquirlas ya que Fulvio Pompeo, desde que Macri era jefe de Gobierno, tenía a cargo las relaciones internacionales. Menos lesión producirá en Ernesto Sanz quedar afuera ya que todavía parece gustar más de la vida familiar que de la alta política. Lo mismo sucedería con Adalberto Rodríguez Giavarini, quien da un tono ocre más que amarillio en el organigrama estético del PRO; seguramente el CARI sabrá entender en público esa decisión aunque masculle para adentro no tener a un hombre propio en ese cargo.
Inesperado festejo
Será el festín de las Lebacs o que los bancos siguen de buena racha o que están contentos con el nuevo gobierno que los Brito –Milagros y su marido, Lisandro Borges– sorprendieron a sus amigos organizando una fiesta para celebrar el otoño, época del año que casualmente se define por el color amarillo.
Aunque no lo veamos...
Por ahora no importa si hubo acuerdo o no orquestado por Emilio Monzó junto con Florencio Randazzo. Tampoco si se aplicó aquello tan básico de “hoy por ti, mañana por mí”. Ambos tienen una relación correcta que data de tiempos de Solá gobernador. Lo cierto es que, en la maratónica sesión del miércoles en Diputados, Marcio Barbosa Moreira –un hombre de Randazzo– fue elegido prosecretario administrativo de la Cámara baja. Por este cargo que estaba vacante también se postulaba Emmanuel Alvarez Agis, el viceministro de economía de Kicillof.
Que si, que no
En la Embajada de Italia, en la recepción mencionada en la página precedente, funcionarios y algunos empresarios italianos comentaban que ese país no se proponía ser el “vocero” de Argentina ante Europa sino que sí le interesaba –obviamente– que el país tenga éxito con misiones empresariales que de esa nación vienen de visita. Esta consulta surgió porque algunos de los que miran con atención la sede diplomática nacional en Roma dieron importancia a que la gestión macrista designe –aunque aún no viajó– a una delegada cultural para ese destino, Irma Rizzuti, que además es de origen calabrés.
Un mono al museo
Al cierre de esta edición, a 48 horas de la clausura de ArteBA 2016, el artista plástico Edgardo Giménez ya celebraba porque en el primer día había vendido dos obras: una de ellas, El mono albino, pasaría a sumarse así a la colección del Museo Nacional de Bellas Artes.