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Estudio

Salud pública, Salud privada

Uno de cada cuatro argentinos usa únicamente el sistema público de salud; sin embargo, son más los argentinos que usan exclusivamente el sistema privado. El sistema privado es más usado por varones, y más mujeres tuvieron que hacer cambios en sus elecciones por la inflación.

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Salud pública, salud privada. | cedoc

¿Sistema público o privado?, ¿cómo eligen los argentinos su acceso a la salud? Las consideraciones a evaluar son varias: sexo, ciudad, estudios, infraestructura, cercanía, médicos y enfermeros. El “Estudio sobre acceso y percepción de la salud en Argentina”, de la Fundación Colsecor, cuenta la relación de los argentinos con los sistemas de salud. 

Para comenzar: uno de cada cuatro argentinos usa únicamente el sistema público de salud. Se trata del 26% de los encuestados, que, por lo tanto, acceden a la salud de forma gratuita. En el otro extremo, un 32%, o lo que es lo mismo, tres de cada diez argentinos, tiene una obra social o prepaga y usa solamente el sistema de salud privado. 

Según estos datos, son más los argentinos que usan exclusivamente el sistema privado que los que usan solo el público. Sin embargo, la mayoría de los residentes en el país, un 34%, tiene una obra social o prepaga y usa indistintamente un servicio u otro.

De igual manera se notan diferencias conforme al tamaño de las ciudades En las más pequeñas, de menos de 10 mil habitantes, el 41% afirma que, aun teniendo obra social, usa indistintamente el servicio público o privado. Pero entre quienes habitan en ciudades grandes, de más de 100 mil habitantes, solo un 29% usa el servicio indistintamente. 

En ciudades grandes, incluso con prepaga, un 41% usa con más frecuencia el sistema de salud privado, frente a un 23% que usa el servicio pago en las localidades pequeñas. Es decir que en las ciudades más grandes se elige más el sistema privado que en los pueblos más pequeños. 

Otras diferencias: entre sexos. “El sistema de salud privado es más elegido por los varones (36%) que por las mujeres (30%). (...) Las mujeres acceden más de manera gratuita a la salud ya que usan más el servicio público que los varones, 29% y 21% respectivamente”, indica el estudio.

También la gratuidad es la opción más mencionada por quienes están entre los 25 y 39 años. Mientras este grupo etario accede a la salud de forma gratuita en un 40%, quienes tienen 60 años o más indican esta opción en un 15%. También por edad: el 40% de las personas de 60 años o más utiliza el sistema privado, frente a quienes tienen entre 25 a 39 años.

Y si se habla de estudios, los que completaron el nivel universitario eligen el sistema pago en un 44%, frente a un 17% entre quienes no han completado el secundario. 

Por lo tanto, el tipo de argentino que utiliza más el sistema privado de salud son los hombres, de 60 años o más, en ciudades grandes y con estudios universitarios completos. 

La salud es lo primero. “El 78% de la población no alteró el modo en que accede a la salud por cuestiones económicas”, asegura Colsecor. Para llegar a esa afirmación la pregunta fue: “Pensando en el último año y por el costo o inflación, ¿cambiaste el modo en que accedés al servicio de salud?”. 

De entre quienes sí hicieron cambios, un 14% dijo que pasó de una obra social o prepaga a otra más barata (frente al 5% de los y las jóvenes y al 6% de las personas de 60 años o más); un 6% afirmó que antes pagaba prácticas médicas de forma particular y que ahora accede a ellas a través del servicio público; y un 7% explicó que tenía una obra social o prepaga y empezó a usar el sistema público.

Indica la investigación: “A las mujeres el costo y la inflación les incide más que a los varones”. No solo el mismo producto sale más caro en versión rosa, como por ejemplo una rasuradora que para ellos sale aproximadamente $ 500, para ellas cuesta unos $ 650; sino que todos los productos de higiene íntima, toallitas, tampones y demás, se suman a la canasta básica de las mujeres. Ni hablar si se cuenta el maquillaje, esmaltes de uñas y depilación, entre muchas otras cosas. 

De vuelta en el estudio: los varones cambiaron menos que las mujeres ya que, en un 84% ellos no realizaron cambios en el acceso a la salud en el último año, mientras que ellas no hicieron cambios en un 74%. “Así, parece que a las mujeres el costo y la inflación les incide más que a los varones”, concluye la investigación. 

El cambio, la inflación también ha afectado más a quienes se encuentran entre los 25 y 39 años, que indicaron no haber cambiado en un 65%, frente al 87% de los y las jóvenes entre 15 y 24 años que no realizaron cambios, o las personas de 60 años o más que indican no haber cambiado en un 82%. 

Dentro del grupo más afectado, de entre 25 y 39 años, un 14% indica que cambió su obra social por una más barata; un 10% dijo que pagaba prácticas médicas de forma particular y ahora algunas las hace en el servicio público; y un 7% explicó que tenía una prepaga y empezó a usar el sistema público.

Lo mismo sucede con el nivel de educación. Quienes tienen estudios universitarios completos han cambiado menos que quienes no completaron el secundario. 

Percepciones. “En la percepción ‘general’ del servicio de salud, lo privado apenas es mejor valorado que lo público”, afirman. El promedio se logró a partir de doce aspectos indagados. El resultado fue un 66% de aprobación del privado, frente a un 61% de aprobación del público. Los enfermeros fueron mejor evaluados que los médicos y médicas. Y en el sistema privado los médicos son mejor evaluados que en el sistema gratuito. 

En el sistema público, los médicos tienen un nivel de aprobación del 76% (23% evaluado como muy bueno y 53% como bueno), y los enfermeros del 84% (28% como muy bueno y 56% como bueno). En el sistema privado, la aprobación del primer grupo de profesionales, los médicos, asciende a 83% (20% los evaluó como muy bueno y 63% como bueno), en tanto, los enfermeros tienen una aprobación del 82% (24% muy bueno y 58% bueno).

En donde ganan los centros privados es en el acceso digital, el equipamiento y las especialidades. Los argentinos manifiestan un 63% de valoración positiva respecto al acceso digital en el sistema privado (12% indicó que el acceso es muy bueno y un 51% que es bueno), frente al 45% de aprobación en el sistema público. 

En cuanto al equipamiento, las personas lo califican positivamente en un 71% en el sistema privado, frente a un 55% en el público. Y sobre el acceso a especialidades médicas los encuestados hacen una valoración positiva en un 64% del sistema privado (14% como muy bueno y 50% como bueno); frente a un 54% del sistema público (12% muy bueno y 42% bueno).

En atención, infraestructura y turno, la valoración de lo privado sigue por delante de lo público. El 72% de las y los encuestados tiene una opinión favorable respecto a la infraestructura del servicio privado (15% muy buena y 57% buena), frente a un 65% de evaluación positiva para el sistema público (17% muy buena y 48% buena).

Si la pregunta es sobre la disponibilidad de turnos, los dos están bastante parejos, y con una baja valoración positiva. cinco de cada diez argentinos creen que la disponibilidad de las clínicas privadas es buena; y cuatro de cada diez mira con buenos ojos el mismo aspecto en los hospitales públicos. Lo mismo: el 51% señala aprobación para el sistema privado (7% valora como muy buena esta disponibilidad y 44% como buena), en tanto la valoración positiva para el servicio público es de 39% (8% muy buena y 31% buena).

Respecto a la atención digna, el sistema privado obtuvo un 71% de aprobación (16% como muy buena y 55% como buena) y el público tuvo un 68% de respuesta positiva (20% muy buena y 48% buena).

Finalmente, sobre la sensación de cobertura integral, poco más de cinco de cada diez argentinos (55%, de los cuales 10% es muy buena y 45% buena) creen que el sistema privado es bueno; y poco menos de cinco de cada diez (49%, de los cuales el 9% es muy buena y 40% es buena) creen que el público es bueno. 

Sin embargo, a pesar de todas las victorias del privado, el público es muy superior en la entrega de medicamentos. Sobre la disponibilidad de medicamentos gratuitos o con descuentos, 59% (17% muy buena y 42% buena) evaluó de forma positiva el sistema público, frente a un 47% (9% muy buena y 38% buena) sobre el privado. 

El público también lleva ventaja en la cercanía de los centros de los domicilios particulares, con un 73% de buena evaluación para el público (18% muy buena y 55% buena), frente a un 68% para lo privado (12% muy buena y 56% buena).

Razones. Cuando a los encuestados se les consultó: “¿Cuáles son las principales razones que te llevan a elegir o usar algún centro de salud en particular?”, casi la mitad de los argentinos (48%) indicó que la causa principal es porque reciben la obra social o la prepaga. 

Luego, se mencionaron las siguientes respuestas: un 34% dijo que al elegir lo primero que tiene en cuenta es que el centro de salud le resulta accesible y cercano; un 31% porque allí tiene la especialidad que necesita; y un 28% porque es gratuito o de bajo costo.

Además, están quienes priorizan la buena atención (15%); otros la buena infraestructura y la óptima dotación de equipos (14%), y otros la alta calidad (12%).

Finalmente, uno de cada diez elige el centro porque “tiene mucha disponibilidad de turnos”; un 6% porque “se lo recomendaron”; y solo un 2% porque “tiene medidas de bioseguridad claras”.

 

El informe

Los responsables del Estudio sobre acceso y percepción de la salud en Argentina, de la Fundación Colsecor, son Mario Riorda, director de la Maestría en Comunicación Política de la Universidad Austral; Griselda Ibaña, directora del Instituto Federal de Gobierno, de la Universidad Católica de Córdoba; y Mónica Cingolani, decana de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, también de la Universidad Católica de Córdoba.

Para llegar a los resultados publicados se realizaron encuestas entre el 11 y el 27 de noviembre de 2022. La recolección de datos se realizó en línea a través de la tecnología CAWI (Computer Asisted Web Interview). La muestra de localidades se diseñó en cuatro estratos no proporcionales, según tamaño de ciudad: 350 casos por estrato aproximadamente, y en total 1.480 casos. El margen de error estimado no supera el +/- 2,55 % en ningún caso. La implementación fue realizada por la Consultora Dicen y Proyección Consultores.