EMPRESAS Y PROTAGONISTAS
EDGAR ADHEMAR BACCHIANI

El negocio de las criptomonedas no solo es rentable, significa invertir en tiempo libre y calidad de vida

El fundador de Adhemar Capital, la firma con raíces catamarqueñas especializada en criptoinversiones que está conquistando argentina y el mundo, cuenta cómo hizo y qué hace para crecer y ganar en el mundo del trading.

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 Bacchiani en una de las tres sedes de Adhemar Capital, mirando su wallet, con la camiseta de Racing de Córdoba, equipo que sponsorea. | 3 editores

La historia de Edgar Adhemar Bacchiani (45) como empresario arranca en el año 2013, cuando googleando la frase “cómo ganar dinero en internet” se encontró con la palabra “Bitcoin”. Para entonces, la moneda virtual tenía tan sólo 4 años en el mercado y estaba rodeada de desconfianza y controversias, pero para él eso era el futuro y no dudó en invertir los primeros 100 dólares que terminarían forjando su creciente imperio. 

Los números, al parecer, siempre fueron lo suyo: diez años antes de convertirse en trader, faltándole sólo 4 materias para recibirse de contador público en la Universidad Nacional de Catamarca, abandonó la carrera para buscar adrenalina en los negocios. Trabajó en una distribuidora de bebidas, en otra de cigarrillos, comercializó seguros, obras sociales y hasta vendió planes de DirecTV para juntar sus primeros ahorros. Hoy dice que fue una buena equivocación dejar de estudiar. Aunque no habla en serio, claro, porque si algo no abandonó fue eso: tras hacer su primera inversión en Bitcoins, se apasionó con el universo cripto y comenzó a hacer distintos cursos de trading hasta afianzarse y demostrarse que ya era un experto.

Dos años más tarde, en el garaje de su casa de San Fernando del Valle de Catamarca abrió su primera firma de cripto inversiones hasta que la cantidad de clientes lo obligó a mudar su empresa a un local en Int. M. Medina 18. Poco después, abrió otra sede en la provincia de Tucumán y recientemente llegó a Córdoba capital. Para Adhemar Capital esto recién comienza. Con más de dos mil clientes en Argentina, los Estados Unidos, México, España y Venezuela, proyecta instalarse en Salta, La Rioja, San Juan y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en breve. Latinoamérica es el próximo desafío. Y el mayor sueño: tener su propia moneda virtual.

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  Junto a Beto Alonso, Pato Fillol, Daniel Bertoni y Héctor El Negro Enrique, algunos de los campeones que confían en su proyecto y acompañan a Bacchiani a colaborar con la Fundación Soles, la asociación que apoya emocional y económicamente a los niños con cáncer y sus familias. 



–¿Hay que tener ambiciones desmedidas para triunfar en el mundo de las criptomonedas?

–No te voy a negar que el trading es adictivo y que como empresario me siento un monstruo capitalista: quiero poder, quiero dinero, quiero legado; pero también tengo los pies en la tierra y mi buena cuota de sensibilidad. Ganar dinero me hace feliz, pero tengo muy en claro el objetivo de este negocio: mi filosofía se basa en que las personas puedan vivir mejor y logren cumplir sus sueños, como lo estoy logrando yo. Porque el negocio de las criptomonedas no solo es rentable, significa que la gente pueda invertir en tiempo libre y calidad de vida. Catamarca, por ejemplo, una provincia de 450 mil habitantes hoy tiene récord de construcción privada y de creación de empleos privados. Vení a Catamarca y preguntá por qué. Gracias a nuestro asesoramiento, hoy Catamarca es Babilonia, la gente consume, gasta, invierte, ahorra y se capitaliza.

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La tercer sede de Adhemar Capital, la firma de inversiones que solo opera con criptomonedas, desembarcó en la Capital de Córdoba y va por más. 


–Suena muy idílico y estás hablando de economía en un país como Argentina.

–El problema financiero en la Argentina es gravísimo, pero estamos hablando de la economía más allá de nuestro país. Yo no regalo espejitos de colores, en cualquier inversión siempre hay riesgos y las criptomonedas son muy volátiles, por eso aconsejo a la gente que investigue y se asesore sin prejuzgar. Lo bueno de nuestro modelo de negocio es que te garantiza una ganancia del 12% mensual y se puede comenzar con un base en pesos argentinos accesible. Llevamos 5 años haciendo trading con capitales externos, que es la base de esto, y te aseguro que a largo plazo no hay forma de perder.

–¿Entonces por qué creés que hay tanta desconfianza todavía?

–Hay dos factores que están muy arraigados: El primero, la costumbre, muchos vienen de la vieja escuela del ahorro en dólares o las inversiones en plazos fijos, les cuesta cambiar, como le costó a mi viejo, que fue mi primer cliente, y no sabés lo que fue convencerlo, a mi papá en un año de inversión en criptomonedas le cambió la vida. Y esto que te cuento lo compruebo todos los días, con el testimonio de mis clientes que comenzaron a viajar, se hicieron la casa o cambiaron el auto. Siempre digo que somos el trampolín hacia un nuevo estilo de vida, más relajado y placentero, sólo que como en todo a la gente le cuesta abrirse a lo nuevo. El segundo factor influyente es la desinformación, la prensa habla del famoso sistema piramidal que nada tiene que ver con esto, habla de estafas, de mercado negro. Nosotros trabajamos con escribanías, sellados, tributamos nosotros como empresa y hacemos tributar a los clientes. Sabemos bien que si hoy estamos acá es porque el 80% de la gente confía en las criptomonedas y en el modelo de negocio. Acá no hay trampas ni secretos:  nuestra firma se dedica al trading, que es obtener rentabilidades del mercado: compramos y vendemos, y repartimos esa rentabilidad entre los clientes que confían en nosotros. Tengo un buen trading record que se puede mostrar y no tenemos problema de abrir los libros. Además, hemos abierto sedes y seguiremos haciéndolo para que la gente sepa dónde estamos porque Adhemar Capital no necesita esconderse detrás de ninguna plataforma.

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