La irrupción del coronavirus en el mundo cumple 6 meses, el estilo de vida de una gran parte de la población mundial cambió y la forma de movilizarse no solo no ha sido la excepción, ha sido la regla. Las grandes ciudades resignificaron sus sistemas de movilidad adaptando distintas medidas que permitieron minimizar los riesgos de contagio.
En Argentina, desde el comienzo del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) el subte de la Ciudad de Buenos Aires funciona a través de un esquema especial: sólo pueden usarlo trabajadores esenciales; los pasajeros deben viajar sentados; es obligatorio el uso de tapabocas, y permanecen abiertas sólo 50 de las 90 estaciones de la red, es decir casi la mitad de la red está cerrada.
Esto último es para alentar la movilidad activa y dejar al transporte público para quienes hacen viajes más largos. “En la Ciudad de Buenos Aires más de la mitad de los desplazamientos son de hasta 5 km de distancia; con este esquema especial en la red un vecino que antes elegía el subte para trasladarse por 2 o 3 estaciones, posiblemente ahora elija caminar o hacer el mismo trayecto en bicicleta”, aseguran desde la Secretaría de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad de Buenos Aires a cargo del economista Juanjo Méndez.
Actualmente, la red es utilizada a diario aproximadamente por 75 mil personas, que representa el 7% del volumen habitual que viajaba antes de la cuarentena, cuando las 6 líneas y el premetro trasladaban en tiempos pre pandémicos 1.112.000 pasajeros.
Para aprovechar el espacio libre en las formaciones —ya que la mayoría de los coches circula con un mínimo de pasajeros—, se incorporó una nueva forma de viajar para los trabajadores esenciales que realizan trayectos de distancias largas y eligen la intermodalidad: subir con su bicicleta o monopatín eléctrico en el primer o último coche de cada formación de las líneas A, B, D, E y H. Esta nueva alternativa se implementó para que los trabajadores esenciales que hacen distancias largas puedan incorporar la bici en el primer o último tramo de su viaje. Así, quienes se desplazan desde puntos más alejados al centro o viceversa tienen otra opción de movilidad segura que garantiza el distanciamiento social obligatorio.
Sobre el futuro, desde la Secretaría de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad afirman que “durante las etapas que siguen, está previsto que el transporte público siga funcionando sólo para esenciales. Lo que queda del año, será importante seguir reforzando y controlando que esto sea así, y sobre todo, seguir promoviendo que los vecinos que necesitan trasladarse en viajes cortos, lo hagan caminando o en bicicleta.”
Voceros de Metrovías, la empresa operadora del servicio, informan que en agosto la cantidad de usuarios transportados fue de 1.547.217, lo que representa solamente un 5% de la utilización de la red. Luego de una tímida recuperación si se tiene en cuenta el casi 3% del mes de abril.
El Investigador de Planificación y Transporte de la Universidad de San Martín y director del portal especializado EnElSubte.Com, Lic. Martín Machaín explica a Perfil que volver a la normalidad va a llevar mucho tiempo. “Este derrumbe no sucedió jamás en la historia de los más de 100 años de Subte, es algo nunca visto. El promedio mundial de utilización de metros se derrumbó un 90%. La mayoría de la gente le tiene miedo al transporte público como foco de contagio, entonces opta por otros modos; bicicleta, auto particular y moto, eso hasta el día de hoy se sostiene. Si bien hubo una ligera recuperación de pasajeros que volvieron al subte, todavía no viaja nadie. En un mes viaja la misma cantidad de personas que antes lo hacía en un día”.
PERFIL: ¿Cómo cree que puede proyectarse la recuperación de los usuarios de la red a futuro?
MM: Es imposible saber el impacto de la pandemia hasta que no volvamos a una relativa normalidad, eso será después de que esté la vacuna. No sabremos la real demanda de transporte público en función de estas nuevas reconfiguraciones, producto de las nuevas políticas laborales llevadas adelante desde el comienzo de la pandemia. Las empresas y organismos que han comenzado a modificar sus formas de laburo convencionales, por ejemplo con la implementación de teletrabajo, hay que ver cómo regresan luego de todo esto. Al mismo tiempo, también ese cambio puede ser marginal si se lo compara con la cantidad de gente que va a tener que volver a la escuela, a las oficinas en el Centro o a la universidad. Es probable que las nuevas costumbres laborales terminen impactando marginalmente sobre los números finales cuando se vuelva a la normalidad, que probablemente sea a mediados o fines del año próximo.
PERFIL: ¿Solo así se recupera la demanda?
MM: La demanda no se recupera a causa de las flexibilizaciones, primero porque la gente le tiene miedo al transporte público y segundo porque todavía el Subte tiene estaciones cerradas y todavía existe una política de estado de desalentar su uso.Si no sos un trabajador esencial, no podés viajar en subte y aún pudiendo hacerlo, tenés muchísimas estaciones cerradas. La movilidad volverá a la normalidad cuando la gente le pierda miedo al coronavirus y eso solo será cuando esté la vacuna.
CUÁNTOS SON LOS TRABAJADORES DEL SUBTE AFECTADOS POR LA PANDEMIA
Metrovías cuenta a Perfil que en la actualidad y en cumplimiento de las normativas actuales, del total de dotación de la Red del Subte, alrededor de 1.100 personas están con licencia por distintos motivos. Entre ellos, se incluyen quienes lo hacen por razones médicas como personas con asma o problemas coronarios, mayores de 60 años y personas que tienen a cargo hijos en edad escolar. Todas estas licencias son preventivas de acuerdo a los estipulado por el Ministerio de Salud de la Nación al comienzo de la pandemia.
Desde que comenzó la situación excepcional por el coronavirus, se tomaron distintas medidas de cuidado para el personal, se redujo la dotación de trabajadores y se acotó la jornada laboral al mínimo indispensable para poder brindar el servicio y evitar así el contacto entre el personal. También, se decidió que Conductores y Guardas no vayan juntos en la cabina ni en los salones de los coches junto a los usuarios, sino que el conductor va en la parte delantera, mientras que el guarda hace su trabajo desde la cabina trasera evitando el contacto cercano con otras personas.
Los casos y fallecidos por COVID
A la fecha se registran 50 casos positivos vigentes de un total de 180 detectados desde el inicio de la pandemia, 130 ya están recuperados y han regresado a la actividad. 4 empleados han perdido la vida, 3 de los cuales padecían enfermedades preexistentes.
*Integrante del Equipo de Investigación de Perfil Educación.