ESPECTACULOS
Benjamin Appl

“Creo que el tango puede ayudar en estos días”

El barítono alemán es el protagonista de Breaking Music, el especial de Film&Arts que lo trajo a Buenos Aires a descubrir las milongas. Su experiencia, el 2 x 4 como medio universal y la nostalgia desde su mirada europea.

20201025_benjamin_appl_tango_gzapulpo_g
Desafío. Parte de la propuesta era ponerlo a cantar 2 x 4, lejos de su registro clásico. | gza. pulpo

Creo que la experiencia más poderosa fue llegar a un lugar con la intención de conocer realmente a otros, y su arte”, dice Benjamin Appl, el cantante que ha sido definido como una de las voces cruciales de la música clásica hoy. El alemán habla sobre sus días en Buenos Aires, este mismo verano. Y cuando el artista que The Times definió como dueño de un arte “que sin dudas conmueve” habla de “realmente conocer”, está hablando de Breaking Music, el documental y la producción original de Film&Arts que la cadena estrena hoy a las 22. Su experiencia, de primera mano (hasta hay incomodidad con el traductor apenas comenzado el asunto), es fresca, sincera, y adquiere hoy, en los días de pandemia, una doble nostalgia: la innata al género y aquella que genera toda la vida que transmite el especial. 

Appl le confiesa en exclusiva a PERFIL: “Había un elemento radical de urgencia: de no saber qué haríamos mañana, de no saber incluso a quién iba a conocer, que música iba a escuchar, en qué lugares iba a estar. Esa confianza estuvo en todo el proceso: confianza en el tango, en la gente de Buenos Aires, en la conexión entre músicos de diferentes lugares conectando simplemente por su labor. Ahora, que estamos encerrados, y hasta lejos de nuestra familia, esa confianza y aquel proceso adquieren incluso más valor. Creo que esta película muestra las ganas de entendernos, de respeto entre culturas, y me deja contento ese mensaje que se genera”. Y suma: “Los desafíos comenzaron incluso a la hora de ver qué días podría estar yo ahí en Buenos Aires. Fue un proceso de menos de diez días, entre vuelos y las cosas acá. Eran días muy recargados, con muchas cosas, con mucho recorrido. Más dos días de rodaje en Berlín. Y el coronavirus estaba justo detrás de nuestros talones”. 

—¿Cuál es tu relación con el tango hoy? ¿Descubriste algo común en la gente que lo ama?

—Creo que una de las cosas maravillosas de esta película es que no hay que venir a verlo con ningún tipo de bagaje cultural obligatorio. Si te gusta la música clásica, perfecto. Si amás el tango, mejor. Si no escuchás ninguno de aquellos dos, aun así, y quizá más, es un perfecto punto de entrada. Eso es intencional. Cuando llegué a Buenos Aires, yo no sabía nada de tango. Había escuchado algunos en mi vida, pero no más. Pero la música habla sola. Entonces, de ahí la conexión de los músicos. Y también el instinto que esperamos generar: que se pongan a escuchar tango o lieder apenas terminen de escuchar esto. 

—¿Cómo fue la reacción al concierto de tangos que das en Berlín contando esta experiencia?

—Lo que sucedió en Berlín fue que escribí un guion, que eran mis ideas escritas en los hoteles de Buenos Aires. No había imágenes, solo mis historias, y ellos y sus mentes hacían el resto. Había gente de Argentina y de Sudamérica en el público, y era muy lindo verlos hablar después del show sobre cómo recordaban su hogar a partir de los ojos de un extraño. Es un documental acerca de cómo una comunidad puede ser generosa con alguien que la visita antes que de tango, de Buenos Aires, o de canciones alemanas. 

—¿Te gustaría hacer otro especial, por ejemplo con el vals peruano u otros ritmos? 

—Amaría hacer algo así. Es una oportunidad única, que poca gente puede llevar a cabo. Creo que hasta debería existir mucho apoyo institucional para empresas como esta: músicos visitando otras ciudades, escuchando samba en Brasil o músicos en Australia. Músicos que buscan comprender más de su oficio, del mundo y, por supuesto, como sucede con cualquier viaje, de sí mismos. Ahora por ejemplo estoy hablando con el pianista mexicano Jorge Villalobos, que vive en Suiza. Quizás hagamos una fusión de canciones alemanas con la música clásica de su país. Instrumentalmente es mucho más fácil llevar a cabo este tipo de fusiones. Pero una voz entrada en lo clásico puede fácilmente sonar ridícula, es bastante más complicado, así que ahora estamos viendo el repertorio.

—¿Cómo describirías tus días en Buenos Aires llevando a cabo una maratón de tango junto a tu intérprete porteño Isidro?

—Tenía mucho miedo cuando el último día finalmente entramos en un estudio. En un cuarto pequeño, fuera de tu zona de confort, y sin haber cantado tango nunca. Y cuando te acercabas a pensar “OK, lo entendí”, a los cinco minutos aparecía el cantante clásico y todo desaparecía. Fue complicado, sin dudas, y desafiante, y estresante, pero realmente fue un placer. Al menos en retrospectiva. Y con Isidro, la irritación que sentí cuando me recibió era real. No había nada en común, nada para hablar. Pero también lo ves fascinado, a la par mía. Y eso es muy importante: es fundamental entender que era un proceso de descubrimiento, para cualquiera que decidiera hacerlo. 

—¿Cómo describirías esos momentos en milongas y salones de bailes porteños?

—El gran desafío que tuvo el equipo de filmación fue que nuestro rodaje fue en enero. Entonces muchas cosas no estaban disponibles. En mi primer día en Buenos Aires fuimos a tres lugares. Bailes al aire libre, la milonga con la Reina del Tango y un evento más: fue tan directo, generó tantas impresiones, que era difícil de procesar. Eran eventos reales de tango, donde había vida real, y donde nadie alteró la rutina por nuestra presencia. No queríamos que se viera como tango para turistas. 

—El tango tiene en la nostalgia uno de sus componentes. Pero lo extraño es que, viéndolo ahora, se siente nostalgia por esos días prepandemia. ¿Cómo creés que funciona ese inesperado efecto en el documental?

—Obviamente es complicado; incluso aquí, en Hamburgo, donde estoy, no sabemos cuando el tocar entre artistas y frente a un público volverá a ser como antes. Algún día. Pero siempre aparecen pasos atrás en la posibilidad que apenas tuvimos aquí en Europa de tener público en las salas. Así que sí, hay varios temas que genera esa situación. Vamos día a día. El tango es una música con identidad, que tiene la identidad de Buenos Aires, de la ciudad. Está muy conectada con la nostalgia, con un pasado mejor, con el hogar al que ya no se puede volver. Creo que el tango puede consolar en ese sentido, ayudar a la gente. La música online ha mostrado que se trata siempre sobre compartir: este género y este documental dejan en claro cuán directo es el nexo entre músicos, se conozcan o no. Y pueden entender lo que extrañamos los músicos pero al mismo tiempo sentirse cerca, y usar este documental como punto de encuentro.

 

LAS VISITAS DEL FUTURO

Marcelo Lezama, el productor general de Film&Arts, es uno de los nombres cruciales detrás de este proyecto original de la cadena. Y cuenta a PERFIL la idea editorial que definió la particularidad de este ejercicio que implica Breaking Music: “La experiencia de trabajar con Benjamin fue increíble. Siempre he visto, en todos mis años, muchos perfiles de artistas. Queríamos hacer un nuevo formato de perfil, algo que realmente hablara sobre cómo es la persona. Acá expusimos a Benjamin a interacciones reales y con gente real; por ende, a reacciones reales. Entonces podemos verlo y acceder a la verdad de Benjamin. La verdad de toda persona nunca se la pinta del todo. Siempre se pinta a los artistas perfectos, todo es limpio y puro. Luminoso. Y acá podés acceder a la profundidad del alma de Benjamin”. Agrega: “Ves su capacidad artística, porque lo ves cantando. Ves también su frustración con su intérprete, con su guía, pero vemos su resiliencia, su impaciencia, su sensibilidad. Eso fue muy interesante. Se puede ver realmente quién es al exponerlo en esta prueba tan fuerte, de seis días donde recorre 500 situaciones diferentes”. ¿Posibilidades de una segunda temporada? Lezama: “Breaking Music 02 seguramente sea con un artista de Latvia, que va a ser una mujer, y queremos que recorra la música de España. Es un formato abierto, y es un formato universal. Así como podríamos hacer cinco programas más de tango, también podríamos investigar otros géneros musicales. Lo importante es que haya una idea de investigación musical interesante. Y un artista que quiera hacerlo, volver y contarlo”.