Hace apenas un año todos apostaban a que nunca podría resurgir. Rapada, internada en un psiquiátrico, con varios kilos de más y parrandeando de lo lindo con las otras chicas malas de Hollywood, hasta había perdido la custodia de sus hijos.
Hoy, todo eso quedó atrás. Britney Spears está como nueva. Renació entre sus cenizas y no sólo logró reflotar su exitosa carrera musical, sino que acaba de comprar una mega mansión para ella y sus hijos y está negociando su vuelta al cine en una película que tiene, de antemano, el éxito asegurado.
Se trata nada menos de que la segunda parte de Sex and the City , que se estrenará el año próximo. La idea de la protagonista y productora Sarah Jessica Parker es que la ex princesa del pop se convierta en la quinta integrante del grupo de amigas que se hizo famoso en la pantalla chica.
“ Sería ideal tenerla”, expresó Parker. De concretarse, Britney se pondría en la piel de la prima o sobrina de Carrie, su personaje. Se trata de una jovencita recién llegada a Nueva York, a la que las cuatro amigas enseñarán a moverse en la ciudad.