La bella escocesa se encuentra en un estado de introspección, lo cual llevó a su marido, Michael Douglas, a sorprenderla con un romántico viaje a la paradisíaca St. Tropez, dejando a sus hijos en la mansión de Hollywood.
Allí, la mujer sedujo sin límites con sus envidiables curvas, volvió a distinguirse por su glamour y convertirse en el centro de atención de todas las miradas pero, en esta ocasión, el comentario fue la extrema delgadez de la actriz.
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