El Valle de Punilla, la plaza Próspero Molina, el escenario Atahualpa Yupanqui y las nueve lunas coscoínas son el marco clásico del Festival Nacional de Folklore de Cosquín, el encuentro más grande de nuestra música autóctona, que este fin de semana comenzó su 52º edición.
Como todos los años desde 1961, en la última semana de enero, miles de personas se congregaron para el inicio del festival, con la bendición de la apertura y un coro que cantó el Himno Nacional Argentino, acompañado de un grupo de niños que tradujo la canción patria a lenguaje de señas para sordomudos.
Llegó el homenaje, en pantalla gigante, a las figuras del folklore que se “fueron de gira” en el último año: Argentino Luna, Ricardo Vilca, María Elena Walsh, el Chango Farías Gómez y Hugo Jiménez Agüero.