El éxito de El clan en cine lleva casi dos millones y medio de espectadores, y el buen rendimiento en rating de Historia de un clan los miércoles en Telefe –le ganó todas las emisiones a su rival Signos, de El Trece– evidencian un real interés del público por observar de manera dramatizada el caso policial Puccio y adentrarse en el seno de una familia de clase media alta de San Isidro que se dedicaba a secuestrar gente para luego pedir rescates millonarios en el inicio de los 80.
Si bien son dos formatos diferentes, los personajes principales –el de Arquímedes, interpretado por Guillermo Francella y Alejandro Awada, su esposa Epifanía, caracterizada por Cecilia Roth y Lili Popovich, y su hijo Alejandro, creado por Peter Lanzani y el Chino Darín– despiertan un juego interesante de comparaciones. “No me reconozco ni en la mirada ni en el hablar ni en el decir”, dijo Guillermo Francella, el Arquímedes Puccio del film de Pablo Trapero, mientras que Alejandro Awada, el “capo” de la miniserie que dirige Luis Ortega, sostuvo que “son trabajos muy distintos: una hora y media versus once… no hay punto de comparación. Entiendo que se alimentan mutuamente, porque el tema está recontra instalado”. Tanto es así que hasta el prestigioso director de teatro y amante del cine Agustín Alezzo habló del tema y, con su habitual mirada crítica, dijo sobre la película cuyo director resultó premiado en Venecia: “No me gustó nada. Le falta profundidad, no se mete en el núcleo familiar. Es una película totalmente superficial. Y lo de Francella es superficial, muy estereotipado”.
Cada producción seleccionó un casting acorde a la necesidad del director. Javier Braier, de Kramer & Sigman, fue el encargado de elegir a los actores junto con Trapero en El clan, y desde la génesis era sí o sí Francella quien le daría vida a Arquímedes. En Historia de un clan fue la productora Underground la que convocó al elenco, y en primera instancia Sebastián Ortega y Pablo Culell (ver Opinión) habían pensado en Julio Chávez, pero el actor prefirió protagonizar Signos.
La coincidencia más destacada entre la ficción y la película es que ambos directores eligieron a Alejandro Puccio, el joven rugbier del CASI, y no a su padre, Arquímedes, como móvil y epicentro para desarrollar la historia. Los jóvenes actores que interpretaron a Alex Puccio son el Chino Darín (26) y Peter Lanzani (25). “Vi El clan –dice Darín a Perfil–. Me gustó el Alejandro de Peter, pero son diferentes, y es lógico ya que somos actores distintos, y si bien también son diferentes formatos, es cierto que ambos directores y proyectos abordan la historia desde un Alejandro de víctima y victimario”. Lanzani agrega que con el Chino “no me crucé en los pasillos de Telefe (Lanzani está grabando La leona), aunque sí tenemos amigos en común, y hablamos poco y nada sobre nuestros personajes... Coincidimos en que estamos muy contentos con ambos papeles, y la verdad es que él está muy bien. La miniserie está bien hecha”. El Chino compara las dos producciones desde la intención de cada director: “Trapero no se mete a investigar, se mete en un sentido cuasidocumentalista, un testigo silencioso de esa familia, siendo testigo sin entrar en la cabeza de esos personajes. Luis utiliza el recurso discursivo para tratar de poner en palabras parte de lo que estos tipos habrían pensado. El Arquímedes de Awada tiene más matices, texto, tiene cualidades carismáticas dentro del personaje; Francella lo hace más seco y más detallista”.
Darín cuenta que supo de los Puccio a los 11 años porque se lo contaron sus padres, Ricardo Darín y Florencia Bas, porque le llamó la atención el caso Puccio en un noticiero. Al momento de ser convocado por Ortega, Darín investigó en libros y artículos periodísticos, y buscó en Google fotos, noticias y videos. “Por otro lado, tuvimos veredictos y opiniones de personas que lo conocían, incluso nos reunimos con el hermano de Manoukian, uno de los secuestrados, que conocía a Alex personalmente, y me fui nutriendo de eso”. Lanzani, ex Teen Angel y novio de Martina Stoessel, tuvo casi el mismo modus operandi de investigación que Darín, aunque contó con el testimonio de su padre, Juan Lanzani, que jugó al rugby contra Alejandro. “Mi viejo jugaba en Alumni –dice–, y si bien no era amigo lo conocía del ambiente del rugby, de San Isidro, y me dio su punto de vista sobre él, que me sirvió muchísimo, lo recordaba muy introvertido y poco sociable”.
Ambos actores coinciden en que el criminal Alejandro Puccio no es el personaje más jugado e importante que les tocó en su carrera. Darín ubica su protagónico en Muerte en Buenos Aires en primer lugar porque “era jugado con cuestiones personales, de hacer a alguien con un perfil homosexual, con escenas de sexo y toquetearme con chabones”. Sostiene, sin embargo, que Alex fue una “responsabilidad y un compromiso mayor al tener anclaje en la realidad y el más difícil que me tocó”. En el primer capítulo de la miniserie apareció desnudo. “Con cualquiera que aparece en bolas en televisión se arma quilombo porque es un contexto en el que la gente no está acostumbrada a ver gente en pelotas. Fue algo normal para mí”. Peter dice que es uno de los roles más jugados junto al actual Alan Strang, de Equus, obra que protagoniza en El Galpón de Guevara. “Tiene el peso de la historia real, eso uno lo siente. Por suerte tuve la ayuda de Pablo, que es superdetallista, y a Guillermo de compañero, que me ayudó un montón”. Para ambos, Alejandro Puccio significa un antes y un después en sus carreras de actores