El rey del cine independiente, el actor, director y productor norteamericano Robert Redford, celebra hoy sus 70 años. Es que Charles Robert Redford Junior nació el 18 de agosto de 1936 en Santa Mónica, California, y está considerado –para muchos– como un prócer de la rebeldía y el inconformismo, pese a su popularidad como galán de la pantalla grande.
Militante indiscutido de las causas progresistas, antibelicistas y defensor del ecosistema, el actor de Butch Cassidy forma parte de ese estrecho círculo de intelectuales norteamericanos que, aún con contactos con la industria más conspicua de Hollywood, se opone desde hace años a la política del actual presidente de los Estados Unidos, George W. Bush.
Redford comenzó su carrera en los primeros años de la década del sesenta con actuaciones en la pantalla chica que ya fueron olvidadas, como las series Maverick, Perry Mason y La ciudad desnuda, y que el público empezó a reconocer a partir de Intimidad de una estrella (1966), con Natalie Wood, y Descalzos en el parque (1967), con Jane Fonda.
Aunque el gran salto al estrellato se produjo recién con el comienzo de los setenta, con Butch Cassidy, donde secundó a Paul Newman en el personaje de Sundance Kid, un nombre que traería consecuencias; allí, los asaltantes del Oeste trasladados a Sudamérica adquirían por estos lares significados particulares. Los personajes –simpáticos, reivindicativos, expropiadores de bancos usurarios– se vinculaban con una morocha espléndida –Katharine Ross–, lo que les daba un perfil de turbio romanticismo, subrayado por la música de Burt Bacharach.
De hecho, la dupla entre Redford y Newman volvió a reunirse en El golpe (1973), que en Buenos Aires fue un récord de duración en carteleras, donde la amoralidad de sus delincuentes que desplumaban a jugadores de póker era entendida por aquí como una burla a la propiedad.
En el medio había seguido con ropas del Oeste: en Willie Boy (1969) personificó a un perseguido, realzado por la dirección de Abraham Polonsky, un hombre recién rehabilitado después del machartismo, la notable La ley del talión y El candidato, ambas de 1972. En la segunda, dirigida por Michael Ritchie, remedaba la fabricación de un candidato presidencial con el perfil de los Kennedy, y se dice que Jimmy Carter le copió detalles esenciales para acceder a la presidencia de su país.
Redford sorprendió en 1980 como director de Gente como uno, una inspirada radiografía de la clase media norteamericana, y desde entonces se ganó el prestigio de autor certero revalidado con obras como Quiz Show (1994) y El señor de los caballos (1998). Por estos días, además, prepara la posproducción de Lions for Lambs.
Como creador y director del ya mítico Festival de Sundance, que apoya el cine independiente de todo el mundo, descubrió autores que luego ingresaron en el mercado, se ha ganado fama de arbitrario y soberbio, pero ese es apenas un detalle en quien es ante nada una estrella.
Para el público en general, Redford es sobre todo el galán con inquietudes de Nuestros años felices (1973) y el intérprete siempre seductor de El gran Gatsby (1974), Los tres días del Cóndor (1975), y Todos los hombres del Presidente (1976). También el soldado de Un puente demasiado lejos (1976) y el maduro amante de África mía (1985), Peligrosamente juntos (1986) y Havana (1990).
En 1993 consiguió los favores del personaje de Demi Moore en Propuesta indecente, a cambio de un enorme remordimiento –una mujer arrepentida ante su esposo, interpretado por el genial Woody Harrelson– y un millón de dólares aportados por él. Otras damas que sedujo fueron Michelle Pfeiffer en Algo muy personal (1996), Kristin Scott Thomas en El señor de los caballos (1998), Hellen Mirren en Secretos de un secuestro (2004) y Jennifer López en Un amor, dos destinos (2005), un récord envidiable.
Amante de los deportes del campo y la montaña, jinete y esquiador, Redford vive en una zona aislada del estado de Utah junto a la artista plástica alemana Sybille Szaggars, 22 años menor, luego de un primer matrimonio de muchos años y una sonada relación con la brasileña Sonia Braga.