ESPECTACULOS
Juan Di Natale

"Es importante que exista la Televisión Pública"

Periodista y conductor, Juan Di Natale vuelve con el programa educativo Todo tiene un porqué. Confiesa cómo fueron los cambios por la pandemia y habla de su otra pasión: la radio.

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Educar. El programa de juegos que vuelve a conducir se acomodó este año para ayudar en torno al currículo de la educación argentina. | prensa mandarina

Inició su cuarta temporada el programa Todo tiene un porqué, nuevamente con la conducción de Juan Di Natale. Con varios premios en la categoría “educativo” (Martín Fierro, Fund TV y Tato), este año se enfrentó a la pandemia. 

Imposible no asociar el rostro de Di Natale con aquel emblemático programa Caiga quien caiga (CQC), donde empezó como cronista (1995)  y terminó como coconductor junto a Mario Pergolini y Eduardo de la Puente (2012). “El cronista es una fuerza de choque –afirma– y lo fui en un programa muy particular. Generaba un desconcierto y había que vincularse con los colegas, con los ‘serios’ de otros medios. Para algunas situaciones también hoy hay que ser valiente. La conducción es muy exigente porque el contenido es el saber. Pretende divulgar conocimiento y para poder preguntar hay que estudiar”.

Menos conocido es su pasado como estudiante en la UBA. “Fui ayudante de Semiología –recuerda– cuando empecé en la carrera de Letras. Me faltaron unas cinco materias para recibirme. Estuve en la cátedra de Elvira de Arnoux. Escuché a Ricardo Piglia, David Viñas, Beatriz Sarlo, Ana María Barrenechea, y estudié Latín con Alfredo Franchini. No llegué a graduarme, pero para mí el tesoro son esas clases. Trabajaba intensamente en radio y televisión, era muy joven, por eso dejé. Cuando quise volver no sentí el mismo entusiasmo”. 

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—Las dos primeras temporadas lo tuvieron a Germán Paoloski como conductor. ¿Qué creés que le aportás desde 2019?

—Cada conductor le pone seguramente su impronta personal. No sé si podría definir la mía. Mi curiosidad y manera de contar deben ser diferentes a como lo hacía Germán. La tercera temporada fue distinta a las dos primeras y este año forzosamente debió cambiarse. En 2019 fueron más de ciento cincuenta temas, disfruté mucho aunque de algunos no sabía nada y de otros, un poquito. Disfrutaba mucho de esas conversaciones, eran conocimientos nuevos para mí.

—¿Qué cambios presenta ahora el programa?

—Cada programa va a estar dedicado a un tema en particular y tiene que ver con el currículo de los tres niveles de educación de la Argentina: primario, secundario y terciario. El objetivo es que el programa sea fuente de consulta para todos los estudiantes. Se buscan voces autorizadas, especialistas, investigadores del Conicet y de universidades. Pretende ser un apoyo pedagógico, en un momento muy particular. Tenemos varios programas grabados y lo haremos hasta fin de año. Ya salieron temas como eclipses, cometas, auroras, Manuel Belgrano, realismo literario, cómo está formada la tierra, el Mayo del 68, energías renovables, entre otros. La Televisión Pública es muy rigurosa en cuanto a protocolos. En cada ambiente hay muy poca gente, por ejemplo, no puedo entrar al control. Este año no tendré panelistas, los invitados serán menos y siempre de a uno, en bloque. Hay comunicaciones vía Zoom. Recién ahora siento que quedó bien, aunque adaptado a esta coyuntura.

—¿En la Televisión Pública se trabaja sin la presión del rating?

—Sí. Es muy bueno grabar una temporada y saber que no dependemos de las mediciones de audiencias. Es muy importante que exista un canal como la Televisión Pública con estos contenidos. Además, lo ve todo el país, gente que no está incluida en esos números. Sé que capítulos del año pasado sirven de apoyo para las escuelas. Es importante que la continuidad de tu trabajo no dependa del rating. Es como un servicio. Es un programa cultural, educativo y que pretende incentivar la curiosidad de quienes lo ven. Plantea la necesidad de prestar atención, más que otros. 
 

EL CIERRE DE CANTILO

Juan Di Natale siempre ha compartido dos trabajos: radio y televisión. Estuvo desde 1992 hasta 2014 en la Rock&Pop. Hoy sus tiempos se multiplican entre otras dos emisoras: Mega (FM 98.3), de lunes a viernes de 6 a 9 con Reloj de plastilina. Su programa Lo artesanal salía por Radio Cantilo pero la radio cerró sorpresivamente: “Primero fue cierta sorpresa, porque si bien sabíamos que la situación económica de la productora era complicada, igual que la de la enorme mayoría de las empresas, nadie esperaba un desenlace tan repentino. Ahora me da mucha pena el final de un proyecto muy particular, distinto a todos los que conocí, y me preocupa especialmente la suerte de los trabajadores y trabajadoras de la radio, excelentes profesionales todos, muchos de los cuales quedan sin fuente de ingresos en un momento tan complejo. Me quedan muchos hermosos recuerdos, en Cantilo habíamos hecho mucho en muy poco tiempo.” Y agrega: “Cuidar a radios como Cantilo es cuidar y defender la diversidad de propuestas en el mapa de los medios. Su cierre, además de dejar fuera del aire a muchos profesionales muy valiosos, les quita un espacio de difusión que siempre estaba disponible a los artistas de todas las disciplinas, a los cocineros y emprendedores gastronómicos, a los escritores y las editoriales, a quienes defienden cualquier causa noble. Y deja “huérfana” a una audiencia que crecía a ritmo sostenido y que hoy todavía está a la deriva.”