El actor chileno Benjamín Vicuña anticipó y confirmó que vuelve al teatro con un personaje muy particular y que podría crear polémica. Es el elegido del actor y director Marcial Di Fonzo Bo para representar a Eva Perón. La fecha de estreno es el 6 de julio en el Teatro Nacional Cervantes, con dos obras de Copi, que se ofrecerán juntas en cada función: Eva Perón y El homosexual o la dificultad de expresarse. El argentino, radicado en Francia, Di Fonzo Bo, cabeza de la Comédie de Caen-Centre Dramatique National de Normandie, dirigirá a un elenco integrado por Carlos Defeo, Rodolfo De Souza, Juan Gil Navarro, Hernán Franco, Rosario Varela y Benjamín Vicuña. Será una temporada breve –hasta septiembre–, dado que luego está prevista una gira por, precisamente, la Comédie de Caen –coproductora del espectáculo, junto al Cervantes, bajo la nueva dirección de Alejandro Tantanian– del 2 al 7 de octubre, y luego, por Bordeaux, Maubeuge, Nancy, Lyon, y un final en Nîmes, al término de noviembre, más allá de una posible otra gira por España.
Al cumplirse 30 años de la muerte de Raúl Damonte Botana, conocido como Copi, la propuesta es convocante por diversas razones. Porque Copi es uno de los más potentes dramaturgos argentinos; porque Di Fonzo Bo es un especialista en Copi –en su trayectoria, ha montado muchas de sus obras, como Le frigo, Loretta strong y La torre de La Défense, además de Eva Perón, donde dirigió a otros actores y también a él mismo en el papel principal–. Porque, en la Argentina, prácticamente toda vez que Evita es tema de una novela, película u obra de teatro, eso origina intensas polémicas. Porque no es menor, como antecedente, que, cuando Eva Perón se estrenó en Francia, en 1970, –dirigida por Alfredo Arias y protagonizada por Facundo Bo, tío de Marcial Di Fonzo Bo–, sufrió un atentado terrorista en el teatro L’epée, y luego de esto, Copi tuvo prohibido regresar a la Argentina hasta 1984. Porque, la Evita de Copi, moribunda y desbordada, dice cosas como que “No va a molestarse [Perón] por un cáncer, sobre todo cuando le conviene que yo me muera” y “[Yo] Les [a la gente] hubiera dado la jubilación a los cincuenta años y el aborto gratis”. Y porque, para enriquecer el debate y siguiendo ciertas indicaciones de Copi, la obra pide que el personaje, lo haga un hombre. Consultado por PERFIL en Cartagena, Colombia, sobre quién sería Eva, Benjamín Vicuña respondió, en francés, con picardía y felicidad: “moi”. Y agregó: “Es un sueño para cualquier actor –y agregó su sensación de plenitud frente a su presente laboral–. Sueño con disfrutar el momento. Todos soñamos lo mismo: disfrutar de este oficio maravilloso, algo que es esquivo pese a que todos decimos que amamos lo que hacemos. Y sueño con ser un agradecido porque ahora termino este trabajo [se refiere a su participación en Sitiados II, de Fox] y me voy a Francia a ensayar esta obra de teatro, que es una coproducción con la Argentina y también tendrá una gira por Europa”.
Mientras tanto, desde su oficina normanda en Caen, Di Fonzo Bo brinda más detalles.
—En Copi, la palabra y su traducción son algo fundamental. ¿Cómo afrontás esto en esta puesta?
—Este autor francoargentino, más allá de su decisión de escribir en francés, está muy ligado a la historia argentina. Para esta puesta en escena, trabajo con la traducción de Eva Perón por Jorge Monteleone (publicada por Adriana Hidalgo Editores) y la de El homosexual… en una versión mexicana de Joani Hocquenghem [casi inhallable, editada por Conaculta y El Milagro].
—¿Cómo será el proceso de ensayos?
—En febrero pasado, viajé a Buenos Aires e hice un casting muy importante. Luego, como no puedo estar dos meses seguidos en la Argentina, los actores [ya elegidos] viajarán en mayo para ensayar aquí en el teatro en Normandía. Luego, yo viajaré en junio a Buenos Aires.
—¿Qué referencias plantea Copi al respecto de que Eva sea un personaje a cargo de un actor, y qué antecedentes hay de esto?
–Está pensado así por Copi. El texto no es de ningún modo un melodrama, ni un biopic. Es una situación profundamente teatral. Desde que, en el 70, Facundo Bo creó el rol en Francia, casi siempre fue actuado por un hombre. Es importantísimo, porque, al ser así, pone en evidencia que no es Eva Perón.
—¿Imaginás polémica en torno a este espectáculo?
—El arte tiene que estar ligado a lo político, a lo social. Pero, a su vez, debe ser autónomo, fuerte. Hay algo poderoso en la libertad absoluta que tiene Copi. No soy ingenuo en relación con la historia de la Argentina, del peronismo, la de los últimos años, ahora, los K, pero eso me da más libertad de vuelo, más autonomía. El teatro puede ayudar a la gente a pensar.
—¿Cómo ves la Argentina hoy?
—La última impresión que tuve en febrero de Bs. As. de una ciudad vacía, e imágenes muy fuertes en la calle, que me llevaron años atrás; me dio miedo, ví mucha miseria. Es un problema mundial también, de decisiones políticas neoliberales fuertísimas.