ESPECTACULOS
Carolina Papaleo

“Hoy la gente está muy sola”

Se prepara para la temporada marplatense y publica un libro de autoayuda. Su preocupación por el rol de la mujer en el mundo actual.

Ella. Sobrina de Lidia Papaleo, dice conocer el tema Papel Prensa pero “vivo y construyo otra realidad”.
| Cichero

Llega corriendo porque hoy la vida de Carolina Papaleo está a pleno entre el trabajo en Canal 9, su función teatral los viernes (Las mujeres no saben decir adiós) en la sala Julio Cortázar de La Plaza que terminó ayer, más la presentación de su libro. Sin olvidar los ensayos de Sé infiel sin mirar con quién, de Ray Cooney. “Es un vodevil con la dupla Fabián Gianola y Marcelo Scarpino, dirigidos por Carlos Olivieri. En el elenco también están Celina Rucci, Matías Alé, Dallys Ferreira, Betty Villar y Alejandro Müller. Debutaremos el 20 de diciembre en el teatro Provincial de Mar del Plata”.

Prefiere no hablar del hombre con el que se la vincula afectivamente. Sería Miguel Cuberos, dirigente político peronista que fue jefe de la Casa de Mar del Plata en Buenos Aires y también ex subsecretario de Relaciones Institucionales en tiempos en que Boudou era ministro de Economía. “Estamos saliendo” será lo único que confirma, y elige no explayarse en este tema.

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—¿Cómo te llegó “Las mujeres no saben decir adiós”?
—Un día se presentó su autor y director –Fabrizio Origlio– y me dio el texto. Cuando me pongo a leerlo me pareció sincrónico con mi momento de vida, porque acabo de publicar un libro. La historia tiene que ver con la dificultad de escribirlo y lo complejo de encontrarle un título.
—Ahora presentás las novelas: ¿volverías a grabarlas?
—Como actriz sí volvería a hacerlas, pero no debe ser casual que hoy el rol que me tocó es analizarlas y no grabarlas.
—¿No te movilizó el tema de la Ley de Medios, donde se habló mucho de Papel Prensa y de tu tía, Lidia Papaleo?
—Es una historia familiar protagonizada por otros; conozco del tema, lo escucho desde que tenía seis años. Los acompaño, pero no es la mía. Vivo y construyo otra realidad, como mujer y madre. Quizás en otra etapa de mi vida me hubieran arrastrado.
—Cuando se filmó en 2011 “El pacto”, con dirección de Pablo Fischerman y guión de Marcelo Camaño, ¿te llamaron y no quisiste hacerlo?
—No, nadie me llamó. Hubo dos historias sobre ese mismo tema y nunca nadie me convocó. Creí que era una obviedad porque soy actriz y la conozco tan de cerca. Me podrían haber preguntado, pero no me dieron esa opción. Creo que mi tía es un personaje muy interesante; ahora se conoce mucho más, pero su vida es intensa desde antes, cuando se enamoró de él (David Graiver) siendo ambos adolescentes.
—¿Escribirías sobre ella?
—No lo sé. Tal vez haría una novela, pero debería empezar con mis abuelos paternos, dos anarquistas maravillosos. No querían casarse porque eso iba contra su ideología. Las mujeres de mi familia fueron muy apasionantes.
—¿La política te es ajena?
—La militancia hoy para mí tiene que ver con la ideología y es sobre la reflexión de nuestro género. Hoy la gente está muy sola; aunque la tecnología avanzó muchísimo, todos se sienten muy solos. Hay tanto mundo con el tema de las mujeres, que no me interesa la política partidaria. No creo que sea el espacio de reflexión que me interesa.
—¿Y a la Argentina cómo la ves?
—Fuimos un país que sistemáticamente tuvo dictaduras, por suerte ahora llevamos treinta años continuos de democracia. Nos tenemos que acostumbrar. Hoy las mujeres ganamos un montón de espacio, pero ellos –los hombres– deben también acostumbrarse. La cultura es transgeneracional, no se da de un día para otro. Fuimos educados de otra manera, tienen que pasar varias generaciones.

 

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La historia de Carolina Papaleo escritora se inició bastante tiempo atrás. “Me llamó Alejandro Fantino para sumarme a Radio 10 y me pidió que hiciera una columna. Ahí empecé a escribir, pero eran relatos cortos. Después llegó el ofrecimiento de hacer un programa de radio propio, de dos horas, por lo cual me tuve que poner a escribir monólogos. Lo grabé durante dos años, una vez por semana, y seguí juntando material. Así empecé a hablar desde mí, como mujer”.
“Mucho más tarde –recuerda– me llegó la propuesta desde la editorial para que escribiera un libro de coaching. Estudié, por eso mi título es de Técnica de Liderazgo Organizacional (egresada del Instituto de Capacitación Profesional). Alguien que acompaña un proceso de transformación y aprendizaje. A mí me cambió la vida. La mirada actual que tengo se la debo. Se revisan tus modelos mentales. No es terapia porque no nos metemos en la psicología. Tampoco es autoayuda, ya que no es un pensamiento mágico o una programación”.
Ser mujer es Caro como título tiene una explicación. “Primero estrené un unipersonal con esta misma temática durante el año pasado en Mar del Plata. Juega con mi nombre, pero tiene que ver con los costos que pagamos por ser mujeres. Digo irónicamente: lo importante es la plata porque la salud va y viene. No es feminista”.