Es un show sobre una familia de campo, que se va de su granja a la gran ciudad. Esa es la sinopsis”, dice Chris Houlton, quien junto a su Shane están a cargo del show Los vecinos Green, que Disney XD emite de lunes a viernes a las 18. Y agrega, para dejar en claro todo lo que encierra uno de los show que fueron revelación hace poco y que ahora, en esta segunda temporada, van afirmando su perfecta mezcla de comedia infantil y codazo cómplice a quienes adoran la animación enloquecida: “La serie trata de dos hermanos, Cricket y Tilly, recorriendo este ambiente urbano. Y exploramos los temas alrededor de esas experiencias, de diferentes formas de vida chocando entre sí. Obviamente, las exploramos celebrando las cosas raras de la vida”.
Shane deja en claro lo que la energía de la entrevista solo magnifica: “Somos hermanos, y al ser hermanos hay algo de nuestra dinámica familiar que se filtra en el show. Sin dudas. El personaje principal está basado en Chris. Y mucha gente de nuestro mundo está en los personajes secundarios. Digamos que son la masa que hace las galletitas de Los vecinos Green. Dios, es una analogía un poco mala. Pero es importante que las cosas nos hagan reír, que se sienta siempre gracioso. Y ahí aparece nuestra alegría cada vez que hacemos el show”.
—¿Qué cambios trae la segunda temporada?
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CHRIS: Los Green mudándose a la ciudad. Eso era la primera temporada. Ahora, en esta segunda, lo que buscamos es expandir ese mundo, salir de esa sorpresa. Intentamos meternos más en los personajes secundarios. Con suerte eso será una enorme diferencia, y queremos que sea más divertida, loca y absurda.
—¿Cuál creen es la huella de sus experiencias que se traduce en el show?
SHANE: Ir del campo a la ciudad es algo con lo que podemos relacionarnos: nosotros venimos de un pueblo pequeño, de un pueblo de esos donde todos se conocen entre sí, y al ir a una gran ciudad nos sorprendió ese shock cultural. Eventualmente ahora vivimos en Los Ángeles, y aquel choque, shock, no fue repelente: todo lo contrario. Y entendimos que esa sensación de no estar en tus raíces, de dejar tu hogar, es un sentimiento que cualquiera puede sentir. Es decir, que hasta los niños pueden sentir. Y por eso les es fácil relacionarse con el show.
—¿De qué manera definirían el show para aquellos que todavía no lo han visto?
CH: Básicamente somos una sitcom familiar con una realidad exagerada. Tenemos el corazón de una sitcom, sentimientos reales y crisis morales. Pero después los ponemos en un mundo donde todo es un poco más loco, hasta orate. Eso lo podemos hacer porque somos una serie animada: eso nos permite exagerar lo raro del mundo que creamos.
SH: El secreto para hacer cosas locas es lograr que tus personajes tengan reacciones lógicas, que respondan al personaje que son y no a lo que querés de ellos.
