ESPECTACULOS
"Una historia de la prohibición"

La caja negra

20200905_rieznik_suppa_altman_prohibicion_gzaericademnon_g
Procesos. El documental fue antecedido por una investigación de Rieznik y Suppa Altman. En él se muestra la historia de la prohibición en Argentina pero también los efectos puntuales de la política de la prohibición en individuos particulares, como el caso de Eric Sepúlveda. | GZA. ERICA DEMNON

El 1° de septiembre vamos a estrenar en la plataforma Cine.Ar nuestra película Una historia de la prohibición. Hace unos cuatro años que empezamos a realizarla, cuatro años a los que habría que sumarles algunos más que nos llevó la investigación previa. Fue un desafío importante reconstruir el proceso que terminó por establecer al todavía vigente, aunque dañado, paradigma de la guerra a las drogas, y en un mismo aliento filmar el impacto de esa política sobre una persona, Eric Sepúlveda, un joven que sufrió cárcel y todavía está procesado por la tenencia de cincuenta mililitros de aceite de cannabis y de una cantidad insignificante de flores.

En la reconstrucción histórica nos enfrentamos a la dificultad de desarrollar todos los aspectos relacionados a la prohibición. Si la pregunta es cuál es el motivo principal del fenómeno, no hay respuesta categórica posible. Ante esto resolvimos estructurar el documental alrededor de las leyes que instituyeron la respuesta represiva. Es asombroso cómo a partir de las imágenes lo que es papel viejo va encarnando en los protagonistas de estos debates, algunos de ellos personajes muy atractivos. Y aun más sorprendente fue poder percibir el sentido común de cada época, eso que siempre queda al margen de los grandes libros de historia y sin embargo es el gesto, el comentario, lo innecesario, el tic de un tiempo: lo que se olvida. Eso fue apareciendo, dándole a la narración su propio color.

El caso de Eric Sepúlveda sucedió en Córdoba, y allá fuimos. Queríamos hablar con todas las partes y llamamos a la fiscalía y al juzgado, pero nunca respondieron. La policía antinarcóticos respondió que no nos iba a responder pero que nos permitían filmar su cuartel general y los simulacros de allanamientos, operativos con perros, entrenamientos, etcétera. Los representantes de las instituciones prohibicionistas no pueden argumentar, pero pueden mostrar los dientes. Eric, por su parte, habla y sonríe durante buena parte de la película, vive como siempre, en su comunidad, y la injusticia de su persecución tiene la fuerza de una verdad de esas que la cámara no puede ocultar.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Lo que cuenta Una historia de la prohibición siempre estuvo ahí, sin embargo no es visitado. Hace décadas que nos viene resultando muy natural que la respuesta estatal al consumo de ciertas sustancias sea la represión. La película intenta desnaturalizar esa verdad, todo lo que aparece en el día a día cubierto por el merengue de la moral, la salud, las buenas costumbres o el mandato de dios queda expuesto y se muestra en su desnudez, en sus razones, en su carácter meramente humano y meramente histórico. En la realidad de ser apenas una política de seguridad con más fracasos que victorias para mostrar.

A lo largo del documental se puede ver cómo la guerra a las drogas se ha sostenido por un pacto transversal entre todas las fuerzas políticas, desde la extrema derecha a la extrema izquierda. La supresión de la experiencia psicoactiva es de los pocos acuerdos entre sectores que habitualmente viven enfrentados. Un ejemplo de esto es que hace más de diez años del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que declaró inconstitucional la penalización de la tenencia simple de estupefacientes, o para fines personales, y la ley todavía no se modificó. También en el documental hay registro de la cantidad de veces que la guerra a las drogas ha sido un pretexto para el intervencionismo y la militarización de la región.

Siempre es el espectador quien resuelve lo que hacer con toda la data periodística, visual y emocional. No queremos establecer una verdad última: si algo podemos señalar al final del proceso, es que en esta historia no hay bien, no hay mal, y que la prohibición no opera en el plano de lo simplemente simbólico cuando está en el Código Penal. Ahí hay personas. Hay historia y hay intereses. Hay ganadores y perdedores, castigadores y castigados, privilegiados y personas sin privilegios. Y eso es todo.

*Directores del film: Una historia de la prohibición.

Película disponible en Cine.Ar.