Las famosas nominadas eran cuatro: la ex mujer de Diego Simeone, Carolina Bandini; la modelo chilena Kenita Larrain; la vedette Adriana Aguirre y la actriz Gladys Florimonti. De la evolución que mostraran en su desempeño para bailar el rock dependía su permanencia en el concurso.
La primera pareja en ser presentada fue la conformada por Aguirre y su soñador. Allí comenzó el desastre. El cruce de acusaciones, insultos y amenazas que la vedette protagonizó con Carmen Barbieri –miembro del jurado- fue tan largo y patético que la gente en el estudio no tardó en pedir a los gritos que la pareja bailara de una vez.
En esa dura discusión Aguirre amenazó con contar lo que ocurría cuando las dos eran jóvenes y salían de parranda. Barbieri retrucó pidiéndole a la producción quellamase a su madre para que dijera todo lo que sabe sobre la rubia vedette.
Bien pasadas las 22 fueron presentadas las otras parejas y comenzó, al fin, el duelo. La pareja que mostró una mayor evolución fue, sin dudas, la de la ex esposa del técnico de River Plate. Baldini y su soñador pudieron – esta vez- salir airosos pese a la complejidad de la coreografía plagada de difíciles trucos.
El jurado lo notó y por eso fue la primera pareja salvada. La segunda fue la de Florimonti y su soñador.
Así, Larraín y Aguirre quedaron a expensas del voto telefónico y el público decidió salvar a la modelo chilena.
La escandalosa contienda entre las rubias seguirá, de todos modos, en los distintos programas de chimentos y, según amenazó Barbieri, podría llegar a Tribunales.
*Redactor de Perfil.com