Desde este martes a las 18, Juan Darthes. encarnará al doctor Leandro Díaz Rivarola en la nueva propuesta infanto-juvenil que presenta “Ideas del Sur” bajo el título de Patito feo.
—¿Qué siente al cambiar de tira romántica a infanto-juvenil?
—Elegí la comedia, quise divertirme, nunca pensé en el cambio de rubro. Me encantaron los guiones y la propuesta. Vengo de hacer varios dramas e interpretar mucho sufrimiento.
—Volverá a encarnar a un millonario, de polista a médico ¿Qué diferencias tiene usted con este nuevo protagonista rico?
—(Se ríe) Es un personaje que no tiene nada que ver con mi origen…Soy del sur, más precisamente de Temperley y tuve otra realidad económica. Pero Patito feo es una comedia y esto me va a permitir tener otra actitud. Leandro Díaz Rivarola es mucho más estructurado. Está por casarse, tiene su vida casi armada. Es médico pediatra y le aparece una historia de amor que le había quedado trunca, con una hija que él no sabe que tenía y que ella tampoco lo va a saber. Hay una afinidad muy importante. Aparece la música, tanto en él como en su hija.
—¿Va a cantar?
—Si, algunos temas. Mi personaje en su pasado hacía música y volverá a ella. Laura (Esquivel), el “patito feo” de esta historia va encontrar y descubrir que gracias a la música puede transformarse en cisne. Esto es lo que más me gustó del proyecto. Hay un mensaje importante. ¡Quién no fue discriminado alguna vez en el colegio!: por ser gordo, rubio, intelectual o por no tener plata. Los chicos siempre sufren por eso. Esto me motivó a aceptar, la búsqueda de encontrar el cisne que tenemos todos dentro.
—¿Pensó en sus hijos?
—Claro. Ahora están viendo las imágenes en la web que tiene el programa. Mis hijos tienen once y siete años (Tomy e Ian) y ya están disfrutando esta historia. Lo que ya notamos tanto con Griselda (Siciliani) como con Gloria (Carrá) es que los técnicos se divierten mucho durante nuestras grabaciones y éste es un dato fundamental, para imaginar cómo va a repercutir en el público. Siento que es un proyecto con mucha luz.
—¿Fue difícil sacarse la camiseta de Telefe y volver al 13?
—Fundamentalmente la única camiseta que tengo es la mía. Creo en las propuestas y en las personas, más que en los canales. En Telefe me fue muy bien.. Hice muy lindas relaciones con un montón de gente. Nuestra profesión tiene que ver con mutar, cambiar y hay momentos en los que uno quiere hacer algo distinto.
—¿No fue complicado pasar de una enamorada a otra (de Eugenia Tobal a Millie Stegman) en “Se dice amor”?
—Siento que fue más unitario que una tira, porque pasaron muchos actores. Hoy la televisión cada vez está menos personal, la manejan los señores de los números. Padecí porque se me iban los compañeros, pero por suerte se retiraban con nuevas propuestas laborales y eso me dejaba tranquilo.
—Egresado de la Escuela Nacional de arte Dramático, ¿soñaba este tipo de carrera?
—Estoy muy agradecido por todo lo que tengo. Veía a Rodolfo Bebán en la televisión y después compartí grabaciones y escenario. Para mí fue un regalo. Lucho por todo lo que tengo.
—¿Quedó en el pasado el conductor televisivo?
—¡Me gané un Premio Martín Fierro!. Pero para mí es importante el para qué y por qué. Me pareció lógico que la música ciudadana tuviera un lugar importante. Lo gestamos para la televisión en cable que luego pasó al canal estatal, pero sentí que no nos ayudaban. Necesitábamos una producción muy bien armada y un contexto claro. Era casi imposible llevar músicos en vivo.
No apoyaron a nuestra música ciudadana.
—¿Son los contrastes de la televisión?
—Sí. Por eso para mí hoy es importante presentar Patito feo, para que el público tenga otras opciones. No creo que uno modifique algo desde la televisión, pero es bueno que la ternura tenga su lugar. Hay tanta banalidad, que me encanta mostrar que no todo tiene por qué ser así… Creo que la música puede ser un camino.