En la previa de Reyes, Moria Casán paseó y miró vidrieras con la hija de Sofía Gala y tomó nota del regalo que deseaba. Además, cargó a su inseparable perro Kristobal, mientras Galo, su asistente personal, se encargó de acompañarlas en busca de un tranquilo lugar para comer algo.