Paola Krum y Florencia Peña, Gabriela Toscano y Muriel Santa Ana (ver recuadro). Adrián Suar repite, como en Guapas, un póker de mujeres en Quiero vivir a tu lado, la nueva comedia de Pol-ka, que sale a competir mañana a las 22 por El Trece. Las intérpretes cuentan a PERFIL que empezaron a grabar en noviembre en Don Torcuato. “Si va bien, estaremos todo el año”, aclaran.
Madre de Eloísa (8) –nacida de su relación con Joaquín Furriel–, Krum confiesa que el regreso a la tira diaria le está costando. “Lo padezco –remarca–. Dejar a mi hija, tener poco tiempo para ella... llego a casa y tengo que leer las escenas del día siguiente. Me siento culpable. Me pareció un proyecto bueno, con grandes compañeros, y no tomé en cuenta las jornadas... Por momentos me arrepiento, y por otros no, porque me divierto mucho”.
Peña, madre de Tomás y Juan –de su matrimonio con el músico Mariano Otero–, admite que sus hijos querían que volviera a la tele: “¡Por favor mamá, hacé una tira, andate de casa!”. Y agrega: “Hacemos lo que nos gusta y tenemos un grupo humano maravilloso. Estamos grandes, tenemos más de 40, hace mucho que venimos trabajando en la actuación. No hay histeria ni divismos”. La actriz regresa a la pantalla de El Trece luego de su paso por “Bailando por un sueño”: “Estoy en Pol-ka, no estoy en Constitución; me criticaron cuando fui a El Trece, pero yo no conduzco el noticiero, soy actriz. Estoy alucinada, feliz; me encanta, se trabaja muy bien y no hay maltrato, hay comunicación, diálogo”, subraya.
—¿Quiénes son en la historia?
PEÑA: Mi personaje es Natalia; somos vecinos con Verónica (Krum) y Tomás (Mike Amigorena), de ahí el título de la comedia. Soy una ex modelo publicitaria, no trabajo desde hace tiempo. Tomás es ex tenista top ten. Tenemos dos hijos. Y padece ludopatía, es algo interesante para contar de manera seria y un desafío como actriz.
KRUM: Soy Verónica, casada con Alfred (Ajaka), dos hijos, una mujer que nunca eligió lo que quiso y es bastante sumisa. De repente decide hacer un cambio en su vida en el primer capítulo. Da clases en una escuela de manejo. Retoma la facultad y empieza a estudiar medicina.
—¿Cómo analizan este estreno en la televisión de hoy?
P: La tele cambió mucho. Cambió el público y también sus preferencias. Cuando éramos más chicas, con Montecristo, La niñera, Casados, los ratings eran de 25 puntos, y hace veinte años, eran de 45 puntos. La llegada de Netflix, el cable, internet y las redes hace que no haya tanto público en la abierta. El público que quedó es indescifrable. Esta comedia se adapta a estos tiempos, es moderna.
K: Me paso mirando dibujos animados por mi hija. Aire veo muy poco, porque mi hija no prende ahí, no se engancha, y si tengo una hora libre miro algo en Netflix. No tengo redes sociales, y tampoco miro las planillas de rating.
—Furriel viene haciendo cine y protagoniza “El jardín de bronce”, coproducción de Pol-ka y HBO. ¿Hablan del oficio más allá de que no estén juntos?
K: Sí, compartimos la profesión. Es un tema que charlamos, que nos hace reír, y sentimos que tenemos una mirada parecida, en común. Yo lo quiero mucho, es el padre de mi hija.
—Flor, ¿la cuestión legal del video está cerrada?
P: No. Tengo seis juicios: Google, Yahoo y revistas que subieron las fotos en tapa. En las instancias previas no hubo acuerdo, estoy esperando el juicio. Con el tema de los delitos informáticos el problema es que no hay jurisprudencia, entonces los jueces no saben fallar. Espero que mi caso sea ejemplificador. Es tremendo pensar que es un delito que se sigue cometiendo. No hay manera de manejarlo. Yo me voy a morir y alguien va a decir: “Aquella actriz tenía un video”. Me costó salir a la calle y un año de llanto, pero lo superé porque tengo personalidad, y como decía Chaplin: “Tragedia más tiempo, igual humor”.
—Paola, ¿te pasó algo por el estilo, sentiste alguna vez que violaron tu intimidad?
K: Fueron bastante respetuosos con mi hija. No me voy a poner tan estricta tampoco. Elo, que está por cumplir 9, me dice: “Mamá, ¿por qué me borran la cara?”. Sí, obviamente me han sacado fotos que yo no quería. Salí espantosa yendo al chino. Recuerdo una vez que salí a pasear al perro, con una cara de orto tremendo, y me titularon: “El peor momento de Paola Krum”. Da bronca en el momento. Es como una violación.
Gabriela Toscano y Muriel Santa Ana
Con pasión e ideales para enfrentar la crisis
Cuesta identificar prima facie a Gabriela Toscano en los estudios de Pol-ka en Don Torcuato. Luce vestido ajustado de animal print, tacos de diez centímetros, pelo lacio recién planchado y mucho “revoque”.
“Se llama Susan Cordero”, explica la experimentada actriz, “pero ahora se hace llamar Susan Fox, porque tuvo un amante durante dos años... Es ex modelo y junto con el personaje de Florencia han estado en la cresta de la ola a fines de los 80 y en la primera mitad de los 90. Mi personaje quedó boyando, sin rumbo, y en este momento se le está yendo el tren. En su desesperación empieza a mandarse cagadas. Es una catrasca”, describe Toscano, quien viene de interpretar personajes tanto más naif como oscuros en Esperanza mía y El puntero. “Me divierte jugar a ser sexy, me pone en riesgo en otro aspecto que no se me vio durante mi carrera”, agrega la actriz uruguaya, casada con el director Carlos Rivas.
Muriel Santa Ana, en cambio, posee un look más aniñado para caracterizar a Marcela, una hija extramatrimonial y media hermana del personaje de Mike Amigorena, a quien no quiere reconocer como parte integrante de su familia. En la ficción de Pol-ka, Marcela empieza por reclamar la herencia millonaria que le corresponde, pero a través de los capítulos su leit motiv será el reconocimiento afectivo. “Mi personaje no tiene trabajo ni hijos, y tiene un devenir errático. Su móvil es el resentimiento”, cuenta Santa Ana, orgullosa de compartir elenco con Toscano. “Ojalá hagamos teatro juntas”, desea, ¿propone?, con orgullo.
—Van a competir contra “Amar después de amar”, ¿miran lo que hay enfrente?TOSCANO: Mirar, miramos todos. Todos hacemos zapping y competir es parte del negocio de los productores y canales. Eso es así y no es ajeno a la televisión de hoy. Todo el mundo habla de rating.
SANTA ANA: Enfrente nos toca tener compañeras y amigas como Eleonora (Wexler) e Isabel (Macedo), que nos queremos mucho. Quiero que les vaya bien a todos. Que le vaya bien a la televisión en general, porque es fuente de muchos puestos de trabajo. Hacemos muy buena televisión, y es difícil producir en un país que está muy complicado. Claramente se ve que se ha precarizado el trabajo y que no hay tantas ficciones; no hay unitarios, entonces a productores como Adrián (Suar), (Sebastián) Ortega, deseo y quiero que les vaya bien, y a todos los que producen, arriesgan.
—En su carrera priorizaron el teatro por sobre la televisión, ¿tienen proyectos?
T: Hay ganas, estoy leyendo algunos libros y calculo que sí haré teatro. Pero me estoy adaptando a las jornadas de grabación. Recién arrancamos el año.
SA: Voy a hacer una obra para septiembre en el San Martín, Las amargas lágrimas de Petra von Kant, de Werner Fassbinder, con la dirección de Leonor Manso.
—¿Qué análisis hacen de la política cultural de la administración de Macri?
T: Nuestro país, a lo largo de muchas décadas, no ha debatido con seriedad políticas de Estado respecto de la cultura. Todos, como país, nos debemos ese debate. Que es más importante de lo que se cree, aunque no caben dudas sobre la prioridad de hoy, que es ayudar a quienes viven en la pobreza.
SA: Es complejo el tema, tanto que en una nota como ésta no se puede desarrollar. Pero puedo decir que se ve lo real: por ejemplo, el San Martín estuvo cerrado y lo van a volver a abrir. Es bien complejo el tema.