No hay caso: los Menem mueren por las rubias chilenas

Parece que Carlos Menem y su hijo ahora reconocido, Carlos Nair Meza poseen mucho más en común que el sentimiento partidario y la pasión por la velocidad. El heredero del ex mandatario tiene una gran fascinación por el sexo femenino. Y si son rubias y chilenas, mucho mejor.

Apenas saltó a la fama como concursante de Gran Hermano Famosos se ganó el corazón de la modelo Dolores Moreno. El romance no prosperó, pero el muchacho no tuvo tiempo para lamentarlo. Los rumores sobre sus relaciones posteriores fueron incontables y nunca confirmados, hasta que se cruzó en la vida de la ex mujer de Daniel "La Tota" Santillán, Fernanda Vives, y volvió al ruedo más ganador que nunca.

Esa relación tampoco duró mucho, pero a ninguno de los dos pareció afectarle demasiado. Inmediatamente, él encontró consuelo en Estefanía Xipolitakis, una de las inclasificables mellizas griegas que no son mellizas ni griegas. Como era de esperar, esa relación tampoco prosperó.

El lunes se lo pudo ver, de nuevo, en el estudio de Showmatch. Muchos se preguntaron qué hacía ahí. Algunos especularon con una posible reconciliación con Vives. Otros explicaron su presencia señalando que había ido a buscar a Xipolitakis que, si bien no baila por un sueño, canta gratis junto a su hermana de vez en cuando en el programa.

Error. Ni la melliza griega ni la ex de la Tota eran el motivo de la presencia de Carlos en el estudio. Según informa el sitio Primicias Ya, Meza habría ido a mirar de cerca a la modelo chilena Kenita Larraín y a conocerla, si es que la dama trasandina accedía.

Larraín es la modelo más famosa de Chile y, además, la archienemiga de la ex mujer del padre de Carlos Nair , Cecilia Bolocco.

"La fui a ver al programa Bailando por un sueño porque me llamó la atención y me parece muy simpática y bonita, atractiva y buena”, reveló el matador argentino a un medio chileno. ¿Se repetirá la historia?