Una vez más, y fiel a su estilo, Carolina Pampita Ardohaín se ve envuelta en otro divorcio escandaloso y que parece ser millonario. Años atrás alimentó a los medios con su separación del polista y empresario Martín Barrantes, que aún no tiene fin y que es digno de culebrón de las tres de la tarde. Hoy, la modelo enfrenta otro divorcio: el de su manager y mentor Pancho Dotto.
Después de 10 años de relación, y, dicen, con conversaciones acaloradas y con frases poco felices, Pampita y Dotto terminaron su relación laboral con la posibilidad de hacer una visita a Tribunales.
¿La razón? Cuentas poco claras. Motivo por el cual la modelo habría cerrado la puerta de la agencia de Dotto, que funciona en la casa del manager, en San Fernando, de un portazo. Es que donde hubo una relación de confianza mutua, casi ciega, pasó a haber sospechas primero y certezas después. Gritos y furia de un lado y congoja y tristeza del otro, que no quería que su máquina de facturar lo abandonara, fue la escena que dio paso a la ruptura. Es que la pampena es un negocio redondo ya que es una de las profesionales mejor pagas. Para que camine unos escasos metros en una pasarela, quienes la quieren deben desembolsar entre 30 y 50 mil pesos. Y Pancho, por sus servicios, se quedaba con el 25 por ciento de cada contrato. Pero todo ese dinero ahora, dicen, podría ir a las arcas de Fenix Entertainment Group, que estaría interesado en la modelo.
Pero pese a que la separación es definitiva, Pancho prefiere el silencio. "A mí no me han informado nada en forma oficial, pero ella es libre. Si quiere irse que lo haga, como han hecho otras chicas como Araceli González o Valeria Mazza en su momento. Yo formo modelos desde hace 25 años, si ahora quisiera emprender su camino por si sola, tiene todo su derecho", dijo el representante evitando el bulto.
Lea la nota completa en la edición impresa de la revista Semanario.