ESPECTACULOS
VALERIA LYNCH

“Soy de los argentinos esperanzados”

Cumple su sueño de protagonizar Sunset Boulevard en el Maipo con gran riesgo actoral. Dice que desde que tiene memoria la Argentina está en crisis, y recuerda a los artistas olvidados en La Casa del Teatro.

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Riego. Valeria Lynch asume los costos de hacer una comedia musical muy rigurosa. A sus 60 y pico mantiene su amor por arriesgar. | Grassi

Nació como María Cristina Lancelo-tti, pero eligió por consejo de algunos, transformarse en Valeria Lynch. Sus años de trayectoria hacen que casi no necesite presentación esta mujer alegre, apasionada, cordial y humilde que lleva zapatos gastados sobre los escenarios. En 1971 con Hair demostró que el musical es su género teatral, para el cual está muy capacitada. Luego llegaron Están tocando nuestra canción, El beso de la mujer araña o Víctor/Victoria, por nombrar solo algunos de sus más importantes éxitos.

Desde el 6 de abril será Norma Desmond en el musical Sunset Boulevard, con dirección de Claudio Tolcachir, frente a un elenco de 24 artistas como Mariano Chiesa, Rodolfo Valss y Carla Del Huerto, en el Maipo, más 16 músicos. Está basado en la película de Billy Wilder y lleva el sello de Andrew Lloyd Webber. Se estrenó primero en Londres 1993 y un año más tarde en Los Angeles.

—¿Por qué tardaron tanto en estrenarla en Buenos Aires?

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—Porque es muy cara y no había productores capaces de asumir este riesgo. Hace 20 años que golpeo puertas para poderla hacer. Se tuvieron que asociar Gustavo Yankelevich y Lino Patalano. Apuestan a un espectáculo sin fisuras, porque para mostrar este mundo se necesita opulencia, fastuosidad y ellos no escatimaron nada. Estoy muy agradecida. La vi en Broadway con Betty Buckley y enseguida pensé en hacerla. Creo que en estos momentos estoy madura interpretativamente para encarnarla y cuento con la dirección de Claudio Tolcachir, que es una garantía de seguridad y sensibilidad. Es muy amoroso hablando con los artistas y se integró muy bien al género del musical, que es la primera vez que dirige.

—¿Qué tiene de particular “Sunset Boulevard” para que quisieras interpretarla?

—Siento que es un musical que tiene que ver con la vida de los artistas. Músicos, cantantes, actores, todos necesitamos la admiración de la gente, su respeto y el amor del público. Cuando a este personaje lo olvidan es abrumador. Ella raya lo ridículo, su forma de vida es excéntrica. Está metida en su mundo creyendo que sigue siendo estrella. Fue importante para el cine mudo, pero al llegar el sonoro la dejan de lado, como el público. A todos nos pasa…Pensar: ¿qué nos ocurriría cuando ya estemos en el olvido?… Debe haber muchos artistas en esta misma situación…Pienso en los que están en La Casa del Teatro. Tiene un gran dramatismo, ya que obliga a pensar: ¿nos pasará alguna vez? Se puede elegir la soledad como forma de vida, pero que te olviden es otra cosa. Ella quiere volver.

—¿Cuál es el secreto para hacer musicales?

—Es un trabajo en equipo aunque haya una cabeza con un nombre adelante. Requiere las tres disciplinas: baile, canto y actuación. Una hay que hacerla muy bien y las otras pueden ser complemento, pero no van por separado.

—¿Seguís sintiendo miedo?

—No sé si la palabra es miedo, pero siempre hay algo nuevo, es un desafío. Cuando estrené El beso de la mujer araña estaba muy expuesta en los bailes, aquí la patriada está focalizada en la actuación. El director, Tolcachir, humanizó a esta protagonista y le encontramos muchas riquezas. Cualquiera puede pasar por esto, desde la ternura hasta la locura. Su vida tiene mucho desamor. Es una mujer que vivió el éxito y la fama.

—¿Pueden marear?… ¿Te pasó?

—No. Siempre tuve y tengo los pies sobre la tierra. Sé que hoy tengo un lugar, pero mañana puedo perderlo. No quiero que me pase, obviamente. Creo que el no marearme tiene que ver con mi formación, mi familia y mi educación. Soy una más en el elenco. No es una pose: lo siento. Esto es un equipo. Tengo un lugar, me lo gané trabajando y perfeccionándome, pero me gusta correr riesgos. A veces me sale bien, otras no. Me encanta probarme, saber que puedo dar algo más.

—Estuviste hasta hace poco haciendo giras como cantante en varias provincias: ¿cómo viste el país?

—Creo que ésta es una etapa de transición. Soy de los argentinos esperanzados. Desde que tengo uso de razón estamos en crisis… creo que un poco la culpa es nuestra. Siento que vamos a salir adelante, porque tenemos todos los medios para hacerlo, solo necesitamos gobernantes que nos ayuden a esto. Siempre pienso que la gente es maravillosa, trabaja, pone el hombro… No es una situación fácil la que pasa hoy ni en la Argentina, ni en los países de América Latina.

—¿Qué no harías?

—…Un desnudo... lo hice cuando tenía 20 años, pero ahora no... Y tampoco se me ocurría dedicarme a la política… Me gustaría producir y dirigir espectáculos.

 

“Aplaudo a las mujeres que denuncian acosos”

Aunque hoy tiene 16 escuelas de comedia musical, contando la que funciona en Montevideo, Uruguay, no todos tienen presente a la docente Valeria Lynch. “Cuando estaba haciendo El beso de la mujer araña –recuerda– sentí la necesidad de enseñar y abrí mi primera escuela de comedia musical. Hoy en nuestro elenco hay tres egresados. Es una gran satisfacción. Fue mostrarles un camino, guiarlos, en una profesión muy difícil”.

“Estoy a favor de la ley de despenalización del aborto. –Dice Lynch–. Creo que la mujer debe ser dueña de esa si-tuación. Es un tema más personal. Debemos tener la legislación que dé la opción, para quien la necesite. Leyes como fue la del divorcio o el ma-trimonio igualitario, pero nos faltan la de la despenalización de la droga y la del aborto. En cualquier ámbito está la droga, depende de uno acercarse a ella o no. Nunca la probé. Tuve que dejar el ciga-rrillo, común, el de nicotina, ya que fumé desde mis 14 hasta los 24 años, pero un día me quedé sin voz y no pude cantar. Ahí lo dejé, pero no me fue fácil. En mi adolescencia se tapaban muchas cosas. Nunca viví el acoso, pero tampoco podíamos hablar de sexo. Me parece muy bien que las mujeres denuncien y que se atrevan. Las aplaudo”.

“Soy producto de la escuela pública, primaria y secundaria y la apoyo. Canto desde los 14 años gracias a mi profesora de música, quien me impulsó para que estudiara: ella me descubrió. Sin olvidar el apoyo de mis padres, él me llevaba  a todos lados y mi mamá cantaba muy bien. Veía en mí su frustración, hacíamos competencia de agudos…Y ¡ella me ganaba!”, finaliza con su amplia sonrisa.

 

De Patti Lupone a Glenn Close

La película en blanco y negro Sunset Boulevard dirigida por Billy Wilder en 1950 tuvo a la actriz Gloria Swanson en el papel de Norma Desmond. Muchas décadas después, en julio de 1993 llegó al teatro la versión musical con el estilo de Andrew Lloyd Webber, más el guión y las letras de las canciones a cargo de Don Black y Christopher Hampton. La primera actriz en interpretar ese difícil papel, de diva del cine mudo, caída en el olvido fue Patti LuPone, en Londres, quien ganó el prestigioso premio “Olivier” por este trabajo.

En diciembre de ese mismo año –1993–con producción del compositor y director Andrew Lloyd Webber, se presenta en los Estados Unidos, dándole el protagónico a Glenn Close, quien gracias a su interpretación obtiene el premio Tony, transformándose en un hito en su carrera en los musicales, que se había iniciado en 1974. Se señala que una de las diferencias entre la versión inglesa y la norteamericana fue el agregado de un nuevo tema musical: Every Movie’s a Circus. Se cuenta que el supuesto reemplazo de Close iba a ser Faye Dunaway, pero luego de ensayar algunas semanas se decidió que ella no era la indicada. La consecuencia fue un juicio que entabló la actriz a los productores.

Glenn Close volvió a este mismo papel décadas más tarde (2016 y 2017), pero esta vez actuando primero en el London Coliseum y luego en Broadway.

En 1994 y en Los Angeles –donde la ve Valeria Lynch– el papel lo asumió Betty Buckley. Esa puesta en escena consigue mante-nerse cuatro temporadas seguidas, pero fue cambiando la protagonista, así se sucedieron: Elaine Paige, Petula Clark y Rita Moreno.

Se decidió volver a este musical, pero con una puesta totalmente renovada, y así se conoció en el año 2008 en Londres, donde la había visto nacer, pero con Kathryn Evans en la piel de Norma Desmond.

En  España se estrenó con el protagónico  de Paloma San Basilio, el 27 de diciembre, pocas funcioneshasta el 4 de enero.