“Está es la fiesta del amor”, dijo el cura de la Parroquia Santa Elena, en Palermo, que ayer a las 20.30 unió en matrimonio a la vedette Wanda Nara y al jugador de la liga de fútbol de Rusia Maximiliano López. La novia llegó junto a su padre, Andrés, en un Rolls-Royce beige y negro, vestida de un blanco impoluto con guantes largos y radiantes labios rojos. Luego, disfrutaron de una mega fiesta en el hotel Alvear. Desde el balcón de la parroquia, la pareja no se olvidó de dedicar un saludo a los 200 curiosos que se acercaron. Todo resultó, excepto el faltazo de vedettes, modelos, futbolistas y otros famosos.
En la Iglesia, treinta coristas del Colón cantaron el Ave María para anunciar la unión Agentes de seguridad privada, contratados por la parejita rubia, cortaron la calle Seguí al 3815, donde está la Iglesia Santa Elena. Entre tantos medios y fans, no faltó la presencia del grupo de amigos y compañeros de la vedette de “Bailando por un sueño”: Marixa Balli, Marina Calabró y Martín Virasoro. Se vio también al diseñador Tito Samelnik, de Matices. Uno de los hermanos de Maxi confesó estar “emocionado porque es el primero de los cuatro que se casa”.
El vestido de la novia fue diseñado por Claudio Cosano, y habría costado cerca de cinco mil dólares. Se trataba de nada menos que 15 metros de piel de ángel de seda natural, recubierto con piedras de Swarovski, 120 metros de enagua y cinco de cola junto a un tul de diez metros que cubría su pelo con una coronita de diamantes, según informó el diario Clarín. Maxi lució un elegante traje negro y se lo vio bastante más delgado.
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