ESPECTACULOS
Mike Amigorena

“Un hijo te da una gran cuota de optimismo”

El multifacético artista presenta nuevo videoclip, graba una miniserie para estrenar por Disney +, cocina por streaming y reflexiona sobre la paternidad.

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Estilo. El actor y músico lanza su sencillo de cara a un nuevo álbum. | GZA. PRENSA ANALIA VALLEJO

Ecléctico, irreverente, descontracturado, glamoroso… Mike Amigorena parece vivir siempre en constante metamorfosis. En pandemia aprovechó espacios reales y virtuales para continuar diversificando sus actividades y difundiendo por Instagram lo que hace aprovechando el espacio privilegiado.

Ya está grabando Limbo, miniserie para Disney+, “coproducción con España, entre Pampa y Fox, cuya trama –adelanta– es sobre una familia, sus hijos, luchas de poder, herencia; como Succession, digamos, un poquito más adolescente. Yo soy el hermano mayor de esa familia. Esteban Pérez es mi hermano del medio, y Clara Lagos, que es la protagonista, es mi hermana menor”. Mientras tanto, estrenó videoclip de su tema Transfer, junto a la modelo y cantante Naomi Preizler; asimismo, lleva adelante un proyecto como cocinero y vive intensamente la crianza de su hija Miel, junto a Sofía Vítola, ambas partícipes de Mi delito, videoclip de Vítola, donde Amigorena encarna el personaje de un mayordomo.

­—¿Qué búsquedas hay detrás de “Transfer”?

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—Es algo onírico, el pasaje de un sueño a otro desmedidamente, absurdamente. Me atrevo a decir que es surrealista. Porque, la verdad, mi cabeza es así: soy tan distraído, tan curioso, que salto de un tema al otro y en cada tema busco el lado positivo, para que seamos mejores como seres humanos. Eso, sumado a la estética de Naomi Preizler, lo hace psicodélico. La canción es muy original, algo pegadiza y el video fue un brainstorming con el universo de los directores Guido Adler y Lautaro Espósito.

—Te referís a la expectativa de “ser mejores como seres humanos”… ¿La paternidad te volvió más optimista?

—Sí. Me volvió un poco más optimista, prometedor. Un hijo viene con un combustible que te permite ser más seguro del porvenir. Los hijos vienen a curar, a mejorar. Vos sos el creador, el formador entre comillas, porque con un hijo, lo que uno hace es aprender. Todo eso le da una gran cuota de optimismo, dentro de lo desalentador del panorama de la civilización, dentro de la incertidumbre de este año tan atípico, tan hostil.

—Con tu pareja, Sofía Vítola, también compartís espacios de trabajo… como un videoclip e imágenes de la vida cotidiana en las redes…

—Fue una fiesta en plena pandemia. Participar en su video junto con toda la familia fue una bocanada de aire. Éramos pocos en la casa, porque debía haber mucha, mucha higiene en ese momento; había mucho más miedo que ahora.

—¿Cómo es el proyecto “Mik3 Poccard”?

—Con la chef Carolina Poccard cocinamos delante de la gente, que después se lleva la materia prima envasada y la receta. Con la pandemia, lo hicimos vía streaming. Te llega una caja a tu casa con todos los ingredientes envasados al vacío, prendés la hornalla y cocinás con nosotros. La gente descubre que puede hacer en su casa un buen risotto de langostinos. 

—Pareciera que podés mutar y cambiar tu ser y tu apariencia permanentemente, jugar con diferentes disfraces…

—Eso es a pesar mío. Tiene que ver con la inquietud, con la curiosidad, algo que toda la vida estuvo en mí. Desde chiquito necesité entretenerme solo, hurgar, meterme en lugares inhóspitos, raros. Vivía entre los árboles, cruzaba de techo en techo, me metía en casas. Al lado de mi casa había un taller mecánico; me metía sin que nadie me viera, entraba en los autos, jugaba a que eran míos o que era policía. La búsqueda del entretenimiento y estar permeable es una gran virtud. No me da miedo reírme de mí, porque eso que están viendo va a desaparecer pronto y viene otra cosa. Me desobligo de que pueda generar un éxito o no.

 

Televisión, musical y publicidad

—¿Con qué personajes te asocia la gente y te para y saluda en la calle?

—Pells (Los exitosos Pells, por Telefe 2008-2009), y Ambulancia (la banda que tuvo con actores como Muriel Santa Ana y Mariano Torres), me pasa de vez en cuando. Pero he saltado de una plataforma a la otra; es también difícil el encasillamiento.

—¿Cómo fue el final de “Cabaret”, con Florencia Peña?, ¿qué fue lo que más te gustó de esa experiencia?

—Íbamos a terminar el proyecto en abril y bajamos en marzo, un mes antes. Duró todo 2019; lo despedí muy agradecido. Lo que más me gustó fue tocar el acordeón y bailar tap; me llevó mucho tiempo y mucho estudio. También aprendí a cantar de una manera mucho más solemne, y bailar a la vez. Al principio me faltaba el aire; era muy difícil la disociación, hasta que después te adueñás de todo.

—Este año hiciste una publicidad en la que, en el papel del Diablo, ironizás sobre la Argentina y el gol con la mano, casi como una predicción… ¿Cómo recibiste la noticia de la muerte de Maradona?

—Me puso muy triste lo de Maradona. Eso no significa que lo siguiera; no soy futbolero, pero me puso muy triste. El tipo es una insignia, una especie de santo, como cuando se murió Gilda. Sobre lo que dije en la publicidad, es algo que me indicaron que dijera, pero, bueno, hay algo de verdad en eso. Tuve que hacer un personaje, y no vamos a pedirle benevolencia al Diablo. Así se nos ve en el mundo, así nos reconocemos ante los otros o antes los pares. Soy argentino; Argentina me dio todo lo que soy. No puedo no estar agradecido, pero al mismo tiempo tenemos métodos de boicot.