Petroleros y digitales: así utilizan la ‘internet de las cosas’ en yacimientos

Pocas cosas golpean tanto la productividad de una planta operativa como una parada de mantenimiento no planificada. Por eso, cualquier herramienta tecnológica que ayude a "predecir" esos accidentes posibles y hacer una parada imprescindible, pero en forma programada, es una solución bienvenida por cualquier gerente operativo. "Y esa es –justamente- una de las posibilidades que ofrece el aplicar soluciones de Internet of Things (IoT), combinadas con las de Inteligencia Cognitiva", le explica el ingeniero Oscar Soto, Consultative Sales Leader IoT para America latina en la compañía IBM.

Según Soto, integrando en forma correcta estas dos tecnologías "la cantidad de paradas no planificadas puede reducirse en un 50%. Y esto es clave, porque con esta opción, el sistema puede generar una alerta y avisar con horas, días y hasta semanas, la inminencia de una falla. En ese tiempo es posible pensar una parada programada y prevenir daños y demoras".

Para este experto uno de los rubros económicos que mejor pueden aprovechar estas dos tecnologías es la industria ligada al Oil & Gas. "Es que es un nicho que hace ya mucho tiempo recopila datos ligados a la Internet de las Cosas (IoT). Pero si a estos datos -estructurados y no estructurados- se les aplica la Inteligencia Cognitiva que es capaz de detectar patrones e ir aprendiendo y prediciendo lo que puede pasar en una instalación, eso significa que ya es posible usar la "IoT Cognitiva" para apalancar negocios mejores, y obtener conclusiones que ayudan a bajar costos, y hacer más eficiente el mantenimiento.

Sensores. Soto ofrece otros ejemplos: "en un reciente White Paper de IBM publicamos un dato que  nos facilitó una empresa petrolera: analizaron una gran cantidad de información obtenida por medio de los sensores de los equipos de perforación. Le aplicaron procesos de IoT Cognitiva y lograron predecir cuándo podría haber incidentes que detuvieran el trabajo y así prevenirlos a tiempo. Al cabo de un año lograron ahorrar US$ 250 millones en horas perdidas".
El mundo de la minería y la energía no es el único que le puede sacar provecho a estas herramientas. Según el hombre de la Big Blue, "tenemos un caso en la región donde un banco se expandió velozmente adquiriendo otras entidades financieras. Finalmente quedó con un gran portafolio de nuevos clientes que llamaban al Call Center por distintos motivos. Pero los operadores no tenían idea de que servicios ofrecerles a estos prospectos".