A esta altura, el memorándum de entendimiento entre la Argentina e Irán por la causa AMIA es letra muerta. Del lado argentino, el Gobierno decidió dejar caer el acuerdo y retirar la apelación que la gestión de CFK había presentado ante la Cámara de Casación para revertir la declaración de inconstitucionalidad de la Cámara Federal. Por iniciativa del ministro de Justicia, Germán Garavano, lo que pretende ahora el Ejecutivo es impulsar un juicio en ausencia contra los iraníes imputados por el atentado contra la mutual judía.
Del lado iraní, jamás se informó oficialmente qué estatus de legalidad adquirió el memorándum. En mayo de 2013, el ex encargado de negocios de la Embajada de Irán en Buenos Aires, Alí Pakdaman, dijo que el ex presidente de su país, Mahmoud Ahmadinejad, había refrendado el acuerdo sin previo aval del Parlamento, como se suponía que debía ocurrir. “Según el punto número seis del memorándum, no hace falta que vaya al Parlamento –explicó entonces Pakdaman–. La Argentina lo llevó porque no quería que todo el peso recayera sobre el Ejecutivo. Pero nosotros lo confirmamos de esta forma con todos sus puntos”.
Sin embargo, Irán nunca dio el siguiente paso formal necesario para que el memorándum entrara en vigor: el intercambio de cartas reversales entre ambos países. Pese a las gestiones de la Cancillería argentina para conocer el estado del proceso en Teherán, nunca hubo respuesta.
A eso se sumó el cambio de gobierno en Irán. El nuevo presidente, Hassan Rohani, no dijo ni una palabra sobre el tema. Tras su asunción, emisarios iraníes dejaron trascender que el memorándum no estaba paralizado por culpa de Teherán, sino por la declaración judicial de inconstitucionalidad en la Argentina. En diciembre, el portal Al-Monitor –de reconocida labor en asuntos de Medio Oriente– publicó que, según fuentes del gobierno iraní, Rohani había cumplido con el proceso al ratificar el memorándum en su gabinete de ministros y en el Consejo de Seguridad Nacional. Sin embargo, una vez más, nada de eso fue informado oficialmente.