El servicio secreto de los EE.UU. investiga un posible ataque a la Casa Blanca, que se habría perpetrado durante el fin de semana mientras el presidente Obama estaba con su esposa de gira por Hawaii, asistiendo a la Conferencia de las naciones del Pacífico.
Según reportan varias cadenas de televisión de Washington, dos balas fueron encontradas ayer por la tarde. Una de ellas fue localizada en una de las tradicionales ventanas exteriores de la histórica residencia, pero fue detenida por un cristal grueso que protege por detrás a dichas ventanas. Según reportan, los impactos fueron recién descubiertos ayer, y se están haciendo las pericias técnicas de balística correspondientes.
En la noche del viernes de la semana pasada la policía Metropolitana de Washington fue puesta en alerta cuando se produjo un supuesto tiroteo entre dos vehículos en la Avenida Constitución, en la parte posterior de la sede presidencial, pero a una considerable distancia. Si bien los primeros reportes indicaban que podía haber sido una refriega entre pandillas, el servicio secreto ha informado que la investigación continúa.
Al ser perseguido por la policía, uno de los automóviles fue abandonado y su conductor escapó corriendo por los puentes que conducen al Estado de Virginia, al otro lado del Potomac. En su interior la policía encontró un rifle AK-47 de asalto con mira telescópica. Las autoridades están aún buscando al sujeto que abandonó el vehículo y se dio a la fuga, identificado como Oscar Hernández, quien tendría antecedentes por varios hechos criminales.
(*) Desde Washington, especial para Perfil.com