INTERNACIONAL
pese al escepticismo

Annapolis: israelíes y palestinos dan buenas señales

El presidente norteamericano George W. Bush, el primer ministro israelí Ehud Olmert y el presidente palestino Mahmud Abbas intentan resucitar el proceso de paz en Medio Oriente tras siete años de negociaciones congeladas.

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| Cedoc

Annapolis, Estados Unidos – Pese al escepticismo que reinaba en la Cumbre de Annapolis, israelíes y palestinos se comprometieron hoy durante la conferencia internacional sobre Medio Oriente, bajo la égida del presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, a reanudar las conversaciones congeladas desde hace siete años y llegar a un acuerdo de paz antes de 2008.

Al inaugurar la iniciativa, Bush subrayó que es el momento propicio para poner fin a 60 años de conflicto entre israelíes y palestinos. "Estamos de acuerdo en comprometernos en vigorosas, activas y permanentes negociaciones y haremos todos los esfuerzos para llegar a un acuerdo antes de fines de 2008", indicaron ambas partes, según una declaración conjunta que leyó el presidente norteamericano y anfitrión de la Conferencia en Annapolis, Maryland (este).

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"Este es el momento justo para iniciar las negociaciones", indicó Bush a los delegados de más de 50 países y organizaciones reunidas en Annapolis. Y destacó: "Es el tiempo justo porque la guerra amenaza el futuro de Oriente Medio y no debemos cederle la victoria a los extremistas".

Por su parte, el primer ministro israelí Ehud Olmert aseguró que su país estaba listo para "un difícil compromiso" con el objetivo de alcanzar la paz. En ese mismo sentido se pronunció el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, quien tras haber aceptado negociar una paz duradera con Israel, enfatizó que la conferencia es una oportunidad única que "no se repetirá".

"La oportunidad excepcional ofrecida por las posiciones del mundo árabe islámico y de la comunidad internacional, el respaldo de las opiniones públicas palestinas e israelíes, nos impulsan a tomar la oportunidad de esta conferencia de lanzamiento de negociaciones", declaró.

En momentos en que se aproxima el fin de su mandato de ocho años, Bush invitó a Olmert y Abbas a Estados Unidos para relanzar las negociaciones buscando establecer un Estado palestino que pueda convivir pacíficamente con Israel. Al lanzar una nueva ofensiva por la paz, los Estados Unidos pretende involucrar a los países árabes moderados, argumentando que todas las partes deben preocuparse por la creciente influencia de Irán.

Irán está acusado de respaldar grupos militantes extremistas a lo largo de Oriente Medio, incluyendo al movimiento palestino islámico de Hamas, quien desafió el poder de Abbas, ocupando la Franja de Gaza en junio. Hamas, a su vez, denunció a la Conferencia y amenazó con nuevos ataques contra Israel. Miles de seguidores de Hamas realizaron manifestaciones en Gaza para rechazar el encuentro auspiciado por Estados Unidos.

De hecho, un hombre resultó muerto en Cisjordania cuando la policía disparó al aire y aporreó a los manifestantes para dispersar la protesta y al menos 35 personas resultaron heridas. Los colonos israelíes en Cisjordania también observaban con ansiedad el desenlace de las conversaciones temiendo que las mismas puedan significar el fin de su sueño de una "Gran Israel".

Los analistas sostienen que la administración de Bush deberá participar al más alto nivel para franquear los enormes obstáculos que impiden el avance del proceso de paz. Al tener a los dos lados inmersos directamente en los temas más complejos del conflicto, como el estatus de Jerusalén y los refugiados palestinos, la administración de Estados Unidos dice que espera cerrar un acuerdo definitivo antes que Bush abandone la Casa Blanca en enero de 2009.

En lo que fue un gran logro para la política exterior de la administración Bush, Arabia Saudita participa de la conferencia siendo la primera vez que se sienta en la mesa con representantes del estado hebreo. Arabia Saudita nunca reconoció a Israel y ninguna figura del gobierno nunca celebró conversaciones con funcionarios israelíes, salvo en las Naciones Unidas y durante una conferencia de combate al terrorismo en 1996.

Egipto y Jordania, entre los 22 países que integran la Liga µrabe, son los únicos dos países en firmar acuerdos de paz y tener relaciones diplomáticas con Israel. Las principales diferencias entre israelíes y palestinos radican en puntos claves como el estatus de Jerusalén, la frontera de un nuevo estado palestino y el destino de los refugiados palestinos. ISRAEL también insiste en que Abas adopte enérgicas medidas contra los militantes extremistas antes de alcanzar un acuerdo

Fuente: AFP