Berlusconi quedó a un paso de ser echado del Senado

ANSA/DPA/AFP
Desde Roma
Silvio Berlusconi quedó a un paso del abismo. Una comisión parlamentaria decidió ayer recomendar la expulsión del ex primer ministro italiano de la Cámara alta, una decisión que ahora debe ser ratificada en sesión plenaria. Así, Il Cavaliere perdería sus fueros parlamentarios y por lo tanto quedaría expuesto a una ola de demandas y complicaciones judiciales. A eso se suma el hecho de que el 15 de octubre Berlusconi deberá comenzar a cumplir un año de arresto domiciliario.
La Junta para las Elecciones y la Inmunidad del Senado resolvió por mayoría recomendar que el ex premier sea despojado de su banca, tal como prevé la ley italiana en los casos de senadores sobre los que pesan condenas firmes de más de dos años de cárcel. Ese es el caso de Berlusconi, que fue condenado recientemente a prisión por fraude fiscal en el caso Mediaset.
En una fecha aún por determinar, pero que podría ser a mediados de este mes, el pleno de la Cámara alta deberá ratificar o rechazar la decisión. Todo indica que ese día se consumará el ocaso del hombre que dominó la política italiana durante los últimos veinte años.
La debacle política de Berlusconi puede venir acompañada por serias complicaciones judiciales: al perder los fueros, el ex mandatario quedará a merced de la Justicia en varias causas que aún enfrenta, entre ellas, el famoso caso de “Ruby Robacorazones” en el que se lo acusa por prostitución de menores y abuso de poder. Los abogados de Il Cavaliere están convencidos de que su salida del Senado no sólo activaría viejas causas sino que también generaría nuevas demandas.
Por si fuera poco, en pocos días Berlusconi deberá optar entre cumplir un año de arresto domiciliario por el caso Mediaset –la condena era de cuatro años pero se la redujeron porque tiene 77 años– o rebajarse a realizar servicios sociales. El ex premier ya anticipó que no aceptará esa humillación, y lo más probable es que cumpla con su detención en alguna de sus lujosas mansiones.
En un comunicado, Berlusconi sostuvo ayer que la decisión de la comisión parlamentaria vulnera los principios básicos del Estado de derecho. “Esta indigna decisión no fue fruto de la correcta aplicación de una ley, sino de la precisa voluntad de eliminar por vía judicial a un adversario político que no consiguieron eliminar en las urnas a través de los medios democráticos”, se quejó.
Este nuevo golpe para Berlusconi llega justo después del peor error político que cometió en toda su carrera. Acechado por la Justicia, la semana pasada Il Cavaliere forzó a renunciar a todos los ministros de su partido Pueblo de la Libertad (PDL) que integraban la coalición de gobierno contra natura comandada por el líder socialdemócrata Enrico Letta.
Con esa acción extorsiva, Berlusconi puso en riesgo la estabilidad y la continuidad del gobierno, en un contexto de dura crisis económica y fuga masiva de inversores extranjeros. Sin embargo, la jugada le salió mal: Letta contragolpeó exigiendo un voto de confianza del Parlamento, lo que provocó una división sin precedentes en el PDL.
Decenas de berlusconianos –entre ellos, el vicepremier Angelino Alfano, delfín predilecto de Berlusconi– rompieron con su líder y decidieron apoyar al gobierno de coalición. Al ex premier no le quedó otra alternativa que brindar su voto de confianza para evitar una derrota en la Cámara alta. La fragilidad de Il Cavaliere, en ese contexto, quedó expuesta como nunca antes en Italia