INTERNACIONAL
A 30 AÑOS DE LA CAÍDA DE LA CORTINA DE HIERRO

Casi la mitad de rusos dice que vive peor que durante el comunismo

Tres décadas después de la caída del comunismo en Europa del Este, la mayoría de las personas de la región está conforme con la democracia, pero se preocupan por el futuro político y económico.

rusos comunismo
- | CEDOC

Casi la mitad de rusos -un 48%- afirmar lamentar la transición del comunismo hacia el multipartidismo y el 51% no se siente contento con el sistema de libre mercado, afirmando que durante la Cortina de Hierro se vivía mejor. Así lo reveló una encuesta publicada por el Pew Research Center antes de que se cumplan 30 años de la caída del comunismo.

Los cambios en la política y economía de los últimos treinta años, indica el informe, gozan de buena aceptación en la mayor parte de los países que formaron parte del Bloque del Este. Sin embargo, no están completamente felices con sus circunstancias políticas o económicas actuales y miran hacia el futuro con cauteloso optimismo.

"El grado de satisfacción depende de la prosperidad económica”, explica Nora Müller, directora de la Fundación Körber en Berlín, que colaboró con el Centro Pew en la encuesta. Explica que el sistema democrático pluripartidista y la economía de mercado reciben opiniones especialmente buenas en países como Polonia y Lituania, países que pudieron mejorar notablemente el estándar de vida de sus ciudadanos desde 1989.

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Especialmente en los países que ingresaron a la Unión Europea y que se beneficiaron de ello económicamente, la población se manifiesta positivamente sobre la evolución experimentada. Pero la adhesión a los principios democráticos no es pareja. "En los países de la UE en que la economía no marcha tan bien, por ejemplo en Bulgaria, donde la satisfacción es menor”, señala Müller.

En el caso puntual de Rusia, si bien comunismo como ideología estatal en Rusia ya no tiene peso alguno -"No se establecerá ninguna ideología estatal u obligatoria", dice la Constitución de 1993-. todavía hay millones de personas en Rusia que encuentran atractivo el comunismo en su forma soviética. 

Diferencias regionales

A nivel regional existen considerables diferencias. En Polonia, un 85% de los encuestados se mostró a favor de la democracia y la economía de mercado. Similar es el resultado del sondeo en el este de Alemania (antigua RDA). En la República Checa se registró un 80% de adhesión, y en Eslovaquia y Lituania, un 70 por ciento.

Mucho más débil es el respaldo en Ucrania, donde solo la mitad de los entrevistados están satisfechos con el nuevo orden político y económico. En Rusia, solo un 43% se muestra entusiasmado por el sistema pluripartidista y apenas un 38% manifestó su beneplácito con la economía de mercado.

Los ciudadanos europeos son especialmente pesimistas sobre la reducción de la desigualdad económica: en las 14 naciones de la UE encuestadas, una mediana de solo el 23% son optimistas sobre la reducción de la brecha entre ricos y pobres en su país.

Según el informe, cerca del 40% de los europeos del Este considera que la evolución no fue tan positiva en aspectos relativos al Estado de Derecho, el sistema de salud y los valores familiares. En algunos países, esto va en sintonía con el rechazo a otros modelos de vida: por ejemplo, sigue habiendo grandes diferencias entre el Este y el Oeste de Europa en cuanto a la aceptación de la homosexualidad.

Más allá de los límites geográficos, algunos principios democráticos tienen más adeptos que otros. "Amplias mayorías asignan gran importancia a un sistema judicial imparcial y a la equidad de género”, dicen los autores. Agregan que "menor es, en algunos casos, el respaldo a la libertad religiosa y la libertad de acción de grupos de la sociedad civil”. Lo que más aprecian los encuestados es un Estado de Derecho operante, la libertad de expresión y la celebración de elecciones libres.

Entre los hallazgos más positivos de la encuesta se encuentra que las personas de las antiguas naciones comunistas se sienten mejor acerca de sus propias vidas que cuando se encuestaron estos países en 1991. “La mejora en varios de los países de Europa central y oriental que se unieron a la UE son notables”, dice el informe.

En muchos países europeos, los menores de 35 años están más satisfechos con la dirección actual de sus países. También expresan opiniones más favorables de la UE, actitudes más positivas hacia los musulmanes y aceptan más la homosexualidad.

El caso de Alemania, todavía dividida

caida del muro de berlin 1989

 

Según el Centro de Investigación Pew, alrededor de 9 de cada 10 alemanes dicen que la unificación alemana fue algo bueno para Alemania. Sin embargo, las mayorías en ambos lados de la antigua Cortina de Hierro dicen que desde la unificación de 1989, las dos partes alemanas no alcanzaron iguales niveles de vida.

Los alemanes orientales están menos satisfechos con la forma en que funciona la democracia en Alemania y la dirección general del país que los occidentales. Y menos alemanes orientales tienen una visión favorable de la Unión Europea. Por otra parte, la satisfacción con la vida en Alemania Oriental disparó desde 1991 y ahora se está acercando a las opiniones en Occidente.

En 1991, el 15% de los que vivían en la antigua Alemania Oriental dijo que su vida era de 7, 8, 9 o 10 en una escala de 0-10, pero en 2019 se disparó al 59%. Mientras tanto, la satisfacción con la vida en Occidente también aumentó desde 1991, del 52% al 64% en la actualidad.

Treinta años después del final del comunismo, la brecha económica se redujo, gracias a los miles de millones de euros en inversiones que fluyeron hacia la ex RDA. Sin embargo, el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita en el este estuvo estancado durante años en un 70 por ciento del de occidente. Además, el desempleo en el este aún es más elevado y no hay ni una empresa representada en el índice Dax de la Bolsa de Fráncfort que tenga sede en esa zona de Alemania.

Desde la caída del Muro de Berlín, más de dos millones de personas en el este partieron en busca de mejores oportunidades profesionales al oeste del país. La denominada "fuga de cerebros" se detuvo en 2017, pero actualmente solo un sexto de toda la población alemana reside en la parte oriental del país, escasamente habitada. Y como se fueron tantos jóvenes, la población del este alemán está envejeciendo más rápidamente que en el oeste.

En 12 países, las personas de 18 a 34 años tienen más probabilidades de creer que los niños en su país estarán mejor económicamente que sus padres cuando crezcan.

D.S.