Las imágenes son impactantes. Coches y barricadas en llamas, casi cien heridos y 33 detenidos dejó una nueva jornada de protestas en Cataluña. La “desobediencia civil” desatada desde la condena a nueve líderes independentistas por la tentativa de secesión en 2017 tuvo hoy un nuevo respaldo del presidente catalán, Quim Torra, quien propuso votar una vez más por la independencia.
“Si por poner las urnas para la autodeterminación nos condenan a cien años de cárcel (sumando las penas contra los nueve políticos penados), la respuesta es clara: deberán volverse a poner urnas para la autodeterminación”, desafió el mandatario, a quien advirtió el Tribunal Constitucional de que puede tener responsabilidades penales si incumple sus sentencias.
En diálogo con PERFIL, el embajador de España en Argentina, Javier Sandomingo Núñez, consideró que la violencia de los últimos días está “un escalón por encima” de las protestas de 2017. “Son grupos violentos, organizados. No aceptan no salirse con la suya y reaccionan de esta manera, quizás para intentar poner otra vez al Estado entre la espada y la pared, cosa que no consiguieron entonces ni van a conseguir ahora”, afirmó.
—El viernes hay una huelga general en Cataluña y confluirán marchas en Barcelona. ¿Qué medidas está tomando el Estado para evitar más incidentes?
—Por lo que han dicho los portavoces del gobierno y el propio presidente se utilizarán todos los medios que la ley concede para enfrentar situaciones como ésta. Yo personalmente espero que no pase nada y que los pronósticos más agoreros sobre lo que va a ocurrir el viernes no se materialicen y asistamos a una protesta pacífica y ordenada.
—¿Cree que las protestas buscan impactar en las elecciones generales del próximo 10 de noviembre?
—No tengo ni la menor idea. Espero que todo lo que está ocurriendo en Cataluña no tenga ninguna influencia sobre las elecciones del 10 de noviembre y que votemos en función de otras valoraciones y otros temas que no tengan que ver con lo que está ocurriendo en Cataluña. Es probable que sea inevitable que tenga alguna influencia, pero espero que sea mínima.
—Serán las segundas elecciones generales este año y el tema que monopoliza el debate sigue siendo Cataluña. ¿Por qué la sociedad española parece atascada en este conflicto, incluso después de la sentencia?
—La sentencia no tiene por qué resolver un problema político. La sentencia ocurre en el contexto de un fracaso del sistema político por dar una solución a un problema que está planteado. El problema es que aquí ha habido una parte que no acepta que para resolver problemas políticos hay que hacerlo dentro del marco constitucional y legal que todos nos hemos dado. Si todos volvemos al marco constitucional encontraremos una solución. Lo que tiene que hacer el movimiento independentista es aceptar que la vía unilateral no lleva a ninguna parte.
—Torra enviaría cartas a los líderes del G20, explicándoles su versión del conflicto en Cataluña. ¿Qué está haciendo el Estado español para contrarrestar esa narrativa?
—Hacemos lo que tenemos que hacer, que es explicar nuestro punto de vista. Los independentistas catalanes, entre ellos el señor Torra y su gobierno, llevan tiempo intentando internacionalizar el conflicto, intentando conseguir que algún gobierno en el mundo reconozca sus planteamientos. Esto de momento no ha ocurrido. Esperamos que en esta nueva ofensiva para reclutar apoyo internacional el fracaso que cosechen sea el mismo que han cosechado hasta ahora.
—¿Hará algún planteo formal ante la Cancillería argentina, considerando que el país es miembro del G20?
—No nos parece que sea necesario. El gobierno argentino entiende perfectamente la situación en Cataluña, lo hemos hablado con ellos en multitud de ocasiones. Se han manifestado en ese sentido públicamente en su momento y no nos parece que realmente sea necesario que volvamos a explicar lo mismo otra vez.