INTERNACIONAL
Elecciones presidenciales

Chile: nuevos líderes y expectativas por las elecciones de noviembre

Las primarias presidenciales del domingo pasado permiten empezar a vislumbrar al próximo presidente del país trasandino, el primero después de 15 años de alternancia ininterrumpida entre Sebastián Piñera y Michelle Bachelet.

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Gabriel Boric y Sebastián Sichel | CEDOC-AFP

Durante la jornada de este domingo 18 de julio, se llevaron a cabo las elecciones primarias presidenciales chilenas en las que los ciudadanos trasandinos eligieron a quienes serán los candidatos a la presidencia de la república para la elección general del próximo 21 de noviembre.

Por el lado de la alianza de izquierda, el joven Gabriel Boric derrotó al alcalde comunista de la comuna santiaguina de Recoleta, Daniel Jadue, quien era favorito en todas las encuestas. Pero la sorpresa se dio en la primaria de la alianza de derecha denominada “Chile Vamos”, ya que Joaquín Lavin el ex alcalde de Las Condes y pre candidato predilecto para encabezar la nominación oficialista, fue duramente derrotado por Sebastián Sichel quien finalmente será el candidato derechista.

Nás allá de las novedades por conocer al probable futuro presidente de Chile, esta primaria electoral se destaca por otros elementos relevantes para la política trasandina.

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En primer lugar, esta elección es una nueva evidencia del fin de los liderazgos tradicionales, incluyendo las figuras de Sebastián Piñera pero también de la ex presidente Michele Bachelet. No solamente ambos son vistos por la opinión pública chilena como responsables de la crisis socioeconómica que llevó al estallido social de 2019, sino que además sus candidatos fueron los grandes perdedores de las primarias de ayer.

Por el lado de Piñera, su candidato sólo obtuvo un 10% de los votos dentro de la alianza de “Chile Vamos''. Pero por el lado de la ex presidente Bachelet la situación es aún peor ya que ninguna de sus dos candidatas, Paula Narváez y Yasna Provoste, se presentaron a competir en las primarias cediendo el protagonismo de los sectores progresistas moderados al izquierdista Gabriel Boric.

Pero Bachelet y Piñera no son los únicos cuyos liderazgos quedan diezmados. Esta elección primaria podría llegar a ser el fin de la carrera política de Joaquín Lavin, histórico dirigente de la Unión Demócrata Independiente (UDI) y ex ministro piñerista. Después de haberse presentado sin éxito como precandidato a presidente en 1999 y 2005, parecía que este año podía ser el definitivo y finalmente llegar a ser el Jefe de Estado chileno. Sin embargo, no solo esto no sucedió sino que ni siquiera pudo asegurarse la nominación dentro de su coalición.

Esta elección es una nueva evidencia del fin de los liderazgos tradicionales, incluyendo las figuras de Sebastián Piñera pero también de la ex presidente Michelle Bachelet

Estos cambios en los liderazgos no podrían darse, a su vez, sin una metamorfosis generacional. Tanto Boric como Sichel representan respectivamente a la nueva izquierda y la nueva derecha, ambas posiciones con una urgente necesidad de poder satisfacer las demandas del nuevo Chile. De hecho, ellos mismos son la nueva generación de jóvenes líderes. Sin ir más lejos, ninguno de los dos supera los 43 años de edad y Boric incluso tenía 4 años cuando retornó la democracia a su país.

Esto implica que ambos crecieron durante la gestión de la Concertación ​​alejados del período de la dictadura pinochetista (1973-1990), a diferencia de otros precandidatos más grandes que quedaron fuera de la contienda electoral que hasta incluso fueron firmes adherentes al régimen dictatorial. Y si bien en el caso de Sichel él proviene de la democracia cristiana, históricamente asociado a las alianzas de centro izquierda, en los últimos años las diferencias con las opciones progresistas lo llevaron a buscar refundar la centro-derecha en vistas del nuevo Chile que está surgiendo después del estallido social.

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Y estos nuevos liderazgos se ven en las agendas electorales de cada uno de los dos candidatos. Por el lado de Boric, su plataforma está enfocada en el medio ambiente, la descarbonización del país, profundizar ciertas políticas feministas y de igualdad de género, modificar el sistema educativo para brindar un mayor acceso a la educación pública y llevar una mayor descentralización política e institucional a un Chile todavía unitario. Por el lado de Sichel, propone mejorar el acceso a la justicia, fomentar la productividad en las regiones con transferencias directas a los emprendedores y generar un alivio fiscal para la clase media.

¿Y qué puede suceder de cara a la elección presidencial de noviembre? Todavía no se sabe. En primer lugar, porque si bien en esta primaria la alianza de izquierda obtuvo más votos que la coalición de derecha, la elección general representa una contienda completamente nueva y diferente a las primarias y cualquier escenario es probable. Pero además, hay que tener en cuenta que a pesar de que ya pasaron las primarias, todavía pueden presentarse nuevos candidatos para las presidenciales. Este es el caso de los denominados “candidatos fuera de pacto” que, al no tener que dirimir internas dentro de sus respectivos partidos, no necesitaban atravesar la instancia de las primarias de ayer y pueden anunciar sus candidaturas en los próximos días, como el caso del ultraderechista José Antonio Kast y las ya mencionadas socialdemócratas Paula Narváez y Yasna Provoste.

¿Es probable que esto suceda? Sí, puede pasar. Pero eso conlleva riesgos muy importantes para quienes decidan competir ahora, especialmente para estas últimas, ya que los triunfos de las primarias del domingo representan los peores escenarios para ellas.  Esto se debe a que como Boric y Sichel representan las opciones menos extremas dentro de sus respectivas ideologías, esto generará una polarización electoral entre centro-derecha y centro-izquierda, pero el hecho de que no sean candidatos radicalizados también reducirá el espectro ideológico llevando a limitar el capital electoral de otras opciones moderadas y centristas que también quieran competir.

¿Podrá Yasna Provoste, en caso de presentarse, aglutinar a las opciones progresistas pero a su vez diferenciándose de Boric? ¿Podrá capitalizar el miedo que ciertos sectores le tienen a un candidato que se define como socialista? ¿Podrá Kast arrebatarle votos a la centro-derecha de Sichel? Todavía queda mucho por ver.

* Licenciada en Ciencias Políticas. Profesora de la Universidad Católica Argentina (UCA) y el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). Investigadora del Centro de Estudios Internacionales (CEI-UCA).