El papa Francisco estará hoy nuevamente en medio de los fieles, en ocasión de su primer Via Crucis en el Coliseo romano, uno de los momentos cruciales de los ritos tradicionales de Pascua.
El nuevo Pontífice tendrá así un segundo "baño de multitud", pero en un momento caracterizado por el recogimiento y la reflexión, cuando la comunidad cristiana conmemora la muerte de Jesucristo.
En el centro del rito estarán también los sufrimientos de los cristianos, contados en las reflexiones de dos jóvenes libaneses, escritas bajo la dirección del patriarca maronita cardenal Bechara Rai.
En las 14 estaciones, la cruz será llevada por el cardenal vicario Agostino Vallini, dos familias procedentes de Italia y de la India, un discapacitado acompañado por voluntarios de la organización Unitalsi, dos seminaristas chinos, dos franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, dos monjas de Africa y dos del Líbano, y dos jóvenes de Brasil.
Las antorchas en torno a la cruz, serán llevadas por dos jóvenes de la Diócesis de Roma y dos jóvenes libaneses. Acompañará el rito el canto de un coro procedente del Líbano.
"¨Cuál es el camino para la vida eterna? Jesús respondió a esta pregunta, que arde en lo más profundo de nuestro ser, recorriendo el camino de la cruz": así comienzan las meditaciones que serán leídas en el Coliseo.
En el texto hay numerosas alusiones a la Exhortación apostólica post sinodal de Benedicto XVI, "Ecclesia in Medio Oriente".