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Sentado en la primera fila del ómnibus, el papa Francisco regresó ayer al Vaticano junto a otros miembros de la curia romana luego de haber pasado cinco días en un retiro espiritual al sur de Roma. Tal como indica la tradición de la Cuaresma, el Pontífice se recluyó la última semana en el refugio Casa del Divino Maestro en la localidad de Ariccia, justo cuando se cumplía el primer aniversario del cónclave cardenalicio en el que fue electo papa.
Jorge Bergoglio dejó la residencia de Ariccia a media mañana, luego de celebrar una misa y desayunar. Francisco viajó sentado en un colectivo junto a algunos de los 82 miembros de la curia, entre ellos cardenales y obispos, que lo acompañaron en los ejercicios espirituales.
El Papa retomará pronto sus actividades, que habían quedado suspendidas. Mañana celebrará el clásico rezo del Angelus en la Plaza de San Pedro y por la tarde acudirá a la parroquia romana de Santa Maria de la Oración en el barrio de Setteville di Guidonia. El lunes, Francisco recibirá en un almuerzo privado en la residencia de Santa Marta a la presidenta Cristina Fernández, quien visitará por tercera vez a su compatriota.
Ayer, Bergoglio transmitió un breve saludo y agradecimiento a Angelo De Donatis, párroco de San Marcos Evangelista en Roma, quien estuvo a cargo de las prédicas y oraciones durante el retiro espiritual en Ariccia. “Don Angelo, quisiera agradecerle en nombre mío y de todos nosotros por su ayuda en estos días, su acompañamiento, su escucha –dijo Francisco, citado por Radio Vaticana–. Ahora volveremos a casa con una buena semilla: la semilla de la palabra de Dios”.
“Esa es una buena semilla: el Señor enviará la lluvia, crecerá y dará frutos –continuó–. Agradecemos al Señor por la semilla y la lluvia que nos enviará, pero también queremos agradecer al sembrador. Porque usted fue el sembrador y sabe hacerlo. Le pido que siga rezando por este ‘sindicato de creyentes’. Todos somos pecadores, pero tenemos ganas de seguir a Jesús más de cerca, sin perder la esperanza en la promesa”.
Pese a la atención mundial por el aniversario de su papado, en los últimos días Francisco se dedicó exclusivamente a la oración y sólo rompió su silencio el jueves para pedir a través de Twitter: “Recen por mí”. La misma frase había pronunciado tras la elección del 13 de marzo de 2013.
*Desde El Vaticano.