La llegada de los tres argentinos a España con 900 kilos de cocaína era esperada por la policía local, que conocía de antemano el operativo ilegal. A raíz de eso, el cargamento fue decomisado y fueron detenidos los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá, y Matías Miret, los tres pilotos argentinos e hijos de brigadieres.
Así lo aseguró hoy el vicepresidente y ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, y destacó que la policía ya le había adelantado que se iba a producir la detención, según informó Télam. "Conozco la operación porque evidentemente es muy importante y me informó la policía que se iba a hacer", aseguró Rubalcaba al ser consultado sobre el caso en la habitual conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros de los viernes.
Sin embargo, no quiso dar más detalles del caso porque indicó que la investigación es "secreta". En efecto, la Justicia española declaró el secreto de sumario y sólo se sabe que los argentinos detenidos continúan en una cárcel de Barcelona, mientras la justicia argentina intenta determinar si la droga fue cargada aquí o en otro destino.
Los hermanos Juliá y Miret fueron detenidos el pasado 2 de enero en el aeropuerto El Prat de Barcelona, cuando la policía española descubrió el cargamento de cocaína en el avión de la empresa Medical Jet que ellos piloteaban.
Hasta el momento, los investigadores sostienen que la aeronave había salido del aeropuerto de Ezeiza el 1 de enero y había realizado una escala técnica en Cabo Verde, África, antes de llegar a España.
Ayer fueron allanadas las viviendas y oficinas de los detenidos, en Acassuso, San Isidro y Victoria, en donde se secuestró documentación y varias computadoras, que luego se supo no tenían disco rígido.