Quito.- El gobierno de Ecuador tomó el control de tres televisoras que serían de banqueros prófugos y clausuró una radio este martes, en acciones avaladas por el presidente Rafael Correa, mientras los sectores de la oposición lo acusaron de "querer amordazar a la prensa antes del referendum de setiembre".
La Policía ocupó en la madrugada los canales Gamavisión y TC Televisión por orden de la estatal Agencia de Garantías de Depósitos (AGD) dentro del embargo de cerca de 200 bienes de los hermanos William y Roberto Isaías, que huyeron a Estados Unidos tras la quiebra de Filanbanco en 1998, según la entidad.
Más tarde dispuso la incautación de un canal por cable y otras empresas de telecomunicaciones alegando pérdidas por 661 millones de dólares de la familia, que a través de Estefano Isaías negó ser propietaria de los medios y señaló al gobierno de haber utilizado como pretexto la quiebra para apropiarse de los canales.
Correa, entretanto, calificó a la medida "como un paso trascendental para resarcir a los afectados del atraco bancario" y negó que sea una maniobra política para acallar a la prensa antes del referendum sobre la nueva Constitución, que le permitiría aspirar a un segundo mandato.
"Para desprestigiar esta incautación hoy se la quiere hacer pasar como un atentado a la libertad de expresión, y no dicen que son 195 bienes los que se han incautado, entre ellos medios de comunicación", recalcó.
En otro procedimiento las autoridades clausuraron Radio Sucre, con sede en Guayaquil (suroeste), aduciendo irregularidades en el uso de la frecuencia.
Correa enfrentó el rechazo de gremios, adversarios y de periodistas, además de la renuncia de su ministro de Economía, Fausto Ortiz, con quien sostuvo un fuerte altercado por oponerse al procedimiento.
Este mismo martes posesionó a Vilma Salgado como la nueva encargada de Finanzas, mientras la AGD designó administradores temporales para los canales, que continuaron emitiendo la señal aunque sus espacios informativos de la mañana no fueron transmitidos. Los trabajadores se agolparon, algunos entre lágrimas, en los pasillos y azoteas de los medios para exigir respeto a sus puestos. En la fachada de Gamavisión, en Quito, pendían carteles con un "S.O.S. libertad de expresión" o con letreros en que se leía "Tenemos familia, queremos trabajo".
No obstante, Correa y la AGD garantizaron la continuidad de los empleados y descartaron que el gobierno planee quedarse indefinidamente con los medios.
Por su parte el gerente de Gamavisión, Alvaro Dassum, juzgó el hecho como "un atentado a la libertad de información", mientras Nicolás Vega, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Canales de Televisión, también alertó sobre el riesgo que se cierne sobre la prensa.
"Gamavisión no tiene nada que ver con el tema de la AGD. Se empieza a configurar lo que veníamos denunciando desde hace tiempo. La libertad de expresión en el país está en peligro", sostuvo Vega.
Pero el presidente ecuatoriano negó cualquier maniobra política contra los medios. "Están tratando de desprestigiar al gobierno, (diciendo) que la incautación de los bienes del grupo Isaías se hace en este momento porque el gobierno está declinando en las encuestas y el Sí está perdiendo, y que es una jugada política", dijo.
La medida fue ejecutada después de que la Constituyente, dominada por el oficialismo, incluyó en la nueva Carta Política un artículo en que prohíbe a los banqueros tener medios de comunicación.
Correa aseguró que la misma sólo pudo concretarse ahora debido a que la AGD -pese a que el proceso llevaba diez años- no había fijado el monto de las pérdidas de Filanbanco.
Fuente: DYN
