Estados Unidos reforzará su seguridad fronteriza y endurecerá las normas para las empresas que contraten inmigrantes, a falta de una reforma de las leyes migratorias por parte del Congreso, anunció ayer gobierno de George W. Bush.
" A pesar de que el Congreso no corrigió nuestro sistema de inmigración al no aprobar una reforma legislativa amplia, mi administración continuará dando todos los pasos posibles para avanzar sobre el progreso ya hecho en el fortalecimiento de nuestras fronteras, (y) el cumplimiento de las leyes (de contratación) en los lugares de trabajo", sostuvo Bush en una declaración transmitida por la Casa Blanca.
Pese a las medidas, los funcionarios reconocieron que Estados Unidos necesita inmigrantes para mantener su economía.
La iniciativa del Ejecutivo está basada en leyes que ya existen, explicaron en conferencia de prensa los secretarios de Seguridad Interior, Michael Chertoff, y de Comercio, Carlos Gutiérrez.
"Hasta que el Congreso elija actuar, vamos a estar dando algunos pasos enérgicos por nuestra cuenta", manifestó Chertoff.
El nuevo plan se enfoca en fiscalizar la contratación de trabajadores y reforzar la seguridad en las fronteras. Prevén alcanzar 18.300 agentes de Patrulla de Fronteras al 31 de diciembre del año próximo, así como construir unos 600 km de vallado fronterizo para esa fecha.
El Departamento de Seguridad Interior emitió una regulación que permitirá enviar cartas oficiales a empleadores que no disponen de adecuada información sobre la identidad de sus empleados, requiriéndoles que verifiquen el estatus de los trabajadores en un plazo de 90 días.
Las multas para los patrones que emplean indocumentados a sabiendas, aumentarán 25%.
Chertoff explicó que el gobierno federal exigirá a los contratistas con el Estado que usen un nuevo sistema electrónico de verificación de estatus laboral de trabajadores.
"Una parte fundamental de hacer cumplir las leyes migratorias es el efectivo cumplimiento (de las normas) a nivel del país y de los lugares de trabajo", dijo Chertoff, señalando que la iniciativa apunta a proveer "herramientas efectivas y una guía clara" a los empleadores "de forma que puedan mantener una fuerza de trabajo estable y legal".
El gobierno se compromete a través del Departamento de Trabajo a modificar el programa de trabajadores zafrales agrícolas. Para Gutiérrez, "la seguridad debe estar primero".
Los funcionarios recordaron además que fuerzas policiales locales están siendo entrenadas para cumplir tareas equivalentes en muchos aspectos a las de agentes migratorios federales, algo muy criticado por organizaciones pro inmigrantes.
Necesitan inmigrantes. Al mismo tiempo que anunciaron estas medidas, los funcionarios reconocieron que Estados Unidos necesita inmigrantes para mantener su economía. "Es claro que hay trabajos que los estadounidenses no quieren hacer, o no están disponibles para hacer", dijo Gutiérrez.
Una reforma migratoria integral -que establezca nuevas normas generales para la inmigración a Estados Unidos y resuelva la situación de unos 12 millones de personas indocumentadas en el país- es "la solución a largo plazo", insistió.
"Esto no es un esfuerzo para castigar al Congreso", sostuvo por su parte Chertoff, en alusión al fracaso del Legislativo que el 28 de junio puso fin al debate de un proyecto de reforma en el Senado.
Consultado sobre las deportaciones de inmigrantes y la discriminaciónque que éstos sufren -que según encuestas divulgadas esta semana ellos mismos perciben como su principal problema-, Gutiérrez respondió: "Lo que queremos evitar obviamente es que esto se vuelva un pretexto para discriminar".
"No cabe duda de que hay gente sufriendo, y hay gente sufriendo porque simplemente quieren trabajar, y hay niños que han nacido en este país que son ciudadanos, que sus padres están con un miedo permanente de ser deportados. Eso es una realidad y ojalá que el Congreso llegue a la conclusión de que hay que reformar la ley y hay que autorizar la reforma", concluyó.
La iniciativa del gobierno ya despertó rechazos entre demócratas partidarios de una reforma migratoria.
El senador por Massachussetts (noreste) Edward Kennedy, uno de los principales promotores de una reforma, dijo en una declaración que las propuestas reveladas ayer "tristemente" profundizarán la crisis migratoria.
"Sin nuevas leyes fuertes, el plan del gobierno hará poco para mejorar nuestra seguridad y lastimará a millones de familias inmigrantes que están contribuyendo tanto a nuestras comunidades y nuestra economía", señaló.
Fuente: AFP