El fallecido líder norcoreano Kim Il-sung es una figura conocida para los habitantes de Corea del Norte, incluso 23 años después de su muerte, ya sea por su enorme estatua, por los murales, las estampillas o las imágenes que cuelgan en las paredes de casas y oficinas.
En Corea del Norte existe un intenso culto a la imagen del "eterno presidente" y fundador del Estado Kim Il-sung, así como a la de su hijo Kim Jong-il y a la de su nieto y actual gobernante Kim Jong-un.
Los cuerpos de Kim Il-sung y su hijo, que murió a fines de 2011, se encuentran embalsamados en un mausoleo en Pyongyang y pueden ser observados allí por norcoreanos y visitantes extranjeros. El cumpleaños de Kim Il-sung, que se celebra este sábado por 105 ocasión, es llamado "Día del Sol" y es la festividad más importante del país comunista asiático, consignó DPA.
El culto alrededor de los Kim tiene en la autoritaria Corea del Norte un importante valor propagandístico. A pesar de la pobreza y escasez de alimentos, los supuestos logros de los gobernantes son resaltados como magníficos e incomparables en los medios estatales. Se les atribuyen poderes míticos que los elevan por sobre todos los demás humanos.
El objetivo de convertir a los líderes en héroes es fortalecer la unidad interna y asegurar la sucesión dinástica. Kim Il-sung preparó a su hijo para la sucesión durante años. Kim Jong-il, por su parte, hizo lo mismo con el suyo.
Los cumpleaños "redondos" de Kim Il-sung se festejan con toda pompa. El día de su cumpleaños 100 hubo un gran desfile militar. Muchas veces, la cúpula norcoreana aprovecha los cumpleaños de Kim Il-sung u otras fechas festivas para demostrar poderío militar. En Corea del Sur se especulaba en estos días que Corea del Norte podría llevar a cabo un nuevo ensayo atómico o una prueba con un misil.
Dos días antes del cumpleaños 100 de Kim Il-sung, sin embargo, falló el lanzamiento de un cohete espacial que, de acuerdo con fuentes oficiales norcoreanas, tenía como fin llevar un satélite al espacio.