Desde que el ex presidente Hugo Chávez murió, el martes, el chavismo comenzó a discutir dónde descansarían sus restos. Y, desde sectores encabezados por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, y las Fuerzas Armadas surgió un clamor que se repitió en las calles: “¡Chávez al Panteón, al lado de Simón!”. Sin embargo, la familia decidió el jueves que, tras los siete días de velatorio, el cuerpo fuera depositado inicialmente en el Cuartel 4 de Febrero o Cuartel de la Montaña, donde el mandatario protagonizó un intento de golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez en 1992.
“La oposición venezolana se burló del sentimiento de un pueblo que pide ¡Chávez al Panteón! Se hará lo que se tenga que hacer para rendir los honores al presidente y si la oposición chilla, que chille”, advirtió ayer Cabello, el número dos del chavismo. El ministro de Defensa, Diego Molero, también se manifestó a favor de depositar los restos del ex mandatario junto a los próceres de ese país.
Lo cierto es que un aura de misterio envuelve el destino del cuerpo embalsamado de Chávez. En un primer momento la prensa venezolana publicó que el deseo del líder era descansar en Barinas, donde estaba enterrada su amada abuela Rosa Inés. Pero el canciller Elías Jaua comunicó que la familia había decidido que el cuerpo fuera exhibido en Caracas, en el Museo de la Revolución.
Pero en las calles resonó el pedido de ver a Chávez junto a Bolívar, en el monumental mausoleo que construyó el ex presidente. De 50 metros de altura y recubierta de cerámica blanca, la sepultura de Bolívar costó 140 millones de dólares, está ubicada junto al Panteón Nacional y ocupa más de 2 mil metros cuadrados. Aún no fue inaugurada, ya que el gobierno aguardaba que Chávez se repusiera y participara del evento. Cuando la enfermedad ya estaba avanzada, crecieron las versiones de que ese también sería el destino final del Comandante. “¿Es el nuevo mausoleo que Hugo Chávez levantó para su ídolo, Simón Bolívar, una insinuación de que él quiere ser enterrado ahí mismo?”, se preguntó la revista Foreign Policy en agosto de 2012.
Sin embargo, hay un obstáculo legal para que el ex jefe de Estado descanse en el Panteón Nacional. El artículo 187, en su inciso 15, de la Constitución venezolana establece que podrán acceder a “los honores del Panteón Nacional los venezolanos y venezolanas ilustres, que hayan prestado servicios eminentes a la República, después de transcurridos 25 años de su fallecimiento”. Por eso, el chavismo tendría que impulsar una enmienda constitucional para ubicar en ese sitial al ex mandatario.
El historiador José Jiménez, director de la Biblioteca Municipal de Caracas, aseguró al diario El Nacional que el gobierno podría llevar el cuerpo de Chávez al mausoleo a través de un decreto. “Estaríamos ante un hito, pues no se registró el paso al Panteón de una persona que acaba de fallecer”, dijo el académico.
En ese lugar descansan los restos de nueve presidentes y 76 militares. Sectores del chavismo sueñan con darle a la tumba un lugar de preferencia, depositándola junto a la del Libertador Simón Bolívar. Creen que, de esa forma, la llama de la Revolución no se apagará jamás.