La tranquilidad que vivía Honduras se vio alterada el 28 de junio con la expulsión del país del presidente Manuel Zelaya Rosales. La población se polarizó y a largo de este tiempo la historia en este país centroamericano cambia a cada instante.
La crisis se inició con los interminables toques de queda que implementó el gobierno interino de Roberto Michelleti, quien tomó posesión del mismo luego de dar un Golpe de Estado a Zelaya. La medida afectó a todo el país, sobre todo a los sectores fronterizos. El Gobierno temía que por esos lugares entrara al país el presidente depuesto.
Esta medida -que aún impera- pone a los empresarios de la región en una posición incómoda, ya que al interrumpirse el comercio se pierden diariamente U$S 5 millones de dólares, según análisis de una empresa privada.
(*) especial para Fortunaweb, desde Tegucigalpa, Honduras.