INTERNACIONAL
Es uno de los 7 sobrevivientes

El relato del periodista del New York Times que viajaba en la avioneta

Recién 3 horas y media después de haber aterrizado sanos y salvos en una pista en el medio del Amazonas, los pasajeros del Legacy se enteraron que habían chocado contra el avión de Gol, provocando la muerte de 155 personas. La crónica escalofriante que Joe Sharkey escribió para el New York Times.

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Joe Sharkey había escuchado mil veces en su vida que nadie sobrevive a un choque en el aire. Sin embargo, tanto él como las otras 6 personas que viajaban en la avioneta Legacy que colisionó contra el Boeing 737 el viernes pasado, siguen con vida: increíblemente, la avioneta logró aterrizar sana y salva en una base militar en el medio del Amazonas.

A las 155 personas que viajaban en el Boeing de la aerolínea Gol les tocó un destino distinto: el 737 cayó en picada en el medio de la jungla en el estado de Mato Grosso, provocando la muerte de todos sus pasajeros.

Sharkey colabora regularmente para la sección “Turismo” del New York Times y, después de la experiencia en Brasil, escribió una crónica que salió publicada en el cuerpo central del matutino norteamericano.

“¿Chocamos?, ¿Contra qué?”, escribió Sharkey en la nota. “El cielo estaba totalmente azul, atardecía y la selva amazónica se extendía interminablemente. De repente, noté que al ala le faltaba una parte y, aunque nadie entró en pánico, empecé a preguntarme cuánto dolería la caída”, contó.

Los pilotos, Joe Lepore y Jan Paladino, “eran como personal de infantería, trabajando juntos como les habían enseñado”. Enviaron una señal de emergencia y trataron de encontrar un aeropuerto en sus radares. Cerca de 25 minutos después, encontraron una pista de aterrizaje entre los árboles.

Bajamos rápido y fuerte. Observé a los pilotos mientras luchaban contra el avión: muchos de sus controles automáticos ya no funcionaban. Frenaron en la mitad de la pista, cuando todavía les sobraba mucho espacio. Corrimos hacia la salida”, relató Sharkey.

Fue recién 3 horas y media después, que –según el periodista- se enteraron de la desaparición del Boeing y sus 155 pasajeros.

En vez de seguir celebrando, el grupo agachó la cabeza y lloró a las víctimas.

Fuente: AFP